México/AFP
Las autoridades de Honduras son responsables de la muerte de al menos 14 personas y de violaciones de los derechos humanos, al reprimir las protestas populares contra un presunto fraude en las elecciones presidenciales del mes pasado, denunció Amnistía Internacional.
Expertos de la organización, que visitaron Tegucigalpa esta semana para investigar las agresiones, documentaron «una serie de graves violaciones a los derechos humanos que se han dado en el contexto del periodo post-electoral», dijo a la AFP Erika Guevara, directora de la organización para las Américas.
Ha habido «un evidente uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad, y particularmente la policía militar», inclusive el uso de armas de fuego contra manifestantes, detalló.
Entre los fallecidos se cuenta el caso de un joven de 16 años que solo observaba una manifestación pero que recibió un disparo, así como el de un hombre de 39 años que protestaba en la puerta de su casa donde la policía militar disparó indiscriminadamente, matándolo de un tiro en el rostro, relató.
Las denuncias corroboradas por Amnistía Internacional (AI) incluyen también golpizas por parte de la policía a personas que ya habían sido detenidas y sometidas, así como la detención de nueve menores por presuntos saqueos, los cuales están siendo procesados sin contar con evidencia en su contra.
«No ha habido investigaciones expeditas e imparciales», abundó Guevara.
Los comicios del 26 de noviembre en Honduras aún no tienen ganador oficial, lo que ha generado masivas protestas y saqueos, atizados por las denuncias de fraude de la alianza opositora que postuló al presentador de televisión Salvador Nasralla.
El presidente hondureño, el derechista Juan Orlando Hernández, habría sido reelecto con 42,98% de los votos, pero sus adversarios -liderados por el exmandatario Manuel Zelaya, derrocado en 2009- no reconocen el resultado y las autoridades electorales siguen sin proclamar triunfador.