Roma/AFP
Un sismo de magnitud 6,2 sacudió la madrugada del miércoles el centro de Italia y causó al menos 73 muertos, con escenas de desolación en dos regiones montañosas de difícil acceso.
El balance oficial de muertos sube de hora en hora ya que hay mucha gente bajo los cúmulos de piedra y muchos desaparecidos, explicó a la prensa Immacolata Postiglioni, responsable de operaciones de emergencia de la Protección Civil.
Según la agencia italiana de noticias AGI al menos cien personas siguen sin aparecer.
Decenas de socorristas, policías y voluntarios trabajan sin descanso en las pequeñas localidades de Amatrice y Accumoli, en la región del Lacio, y Arquata del Tronto, en la región de Marcas, las tres más afectadas por el sismo.
El terremoto, que se sintió en Roma y Venecia, despertó a la población a las 03H30 locales (01H30 GMT) y desde entonces se han registrado cerca de 200 réplicas.
El epicentro fue localizado cerca de Norcia, una ciudad de la región de Umbría, a unos 150 km de Roma, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Los heridos más graves están siendo evacuados a la capital de la provincia, Rieti, así como a hospitales de Roma y Florencia en helicópteros.
Las autoridades decidieron movilizar al ejército para las labores de rescate, que resultan particularmente complicadas debido a que se trata de pequeñas localidades de montaña.
El jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, confirmó a la prensa que «muchos edificios quedaron destruidos».
Las imágenes que transmitía la televisión eran dramáticas, con montañas de piedras, edificios agrietados y casas reventadas por el movimiento telúrico.
Los habitantes de las localidades más afectadas se preparaban a pasar su primera noche a la intemperie.
«Se oyen sólo los gatos»
«Mi hermana está bajo los escombros. No da señal de vida. Se oyen sólo los gatos», lamentó angustiado Guido Bordo, de 69 años, en declaraciones a la AFP, mientras esperaba en Accumoli noticias sobre sus familiares.
Los operadores piden continuamente silencio para poder escuchar los lamentos, gritos y señales, para luego poder ponerse a escarbar y hurgar.
Una familia entera, dos adultos y dos hijos, que se encontraban de vacaciones en ese localidad perdió la vida en el sismo.
«Me salvé de milagro. Diez segundos fueron suficientes para destruir todo», contó Marco, habitante de Amatrice, al diario La Repubblica.
El alcalde del pequeño poblado de Accumoli, Sergio Pirozzi, contó que su comuna, situada a 40 km del epicentro, quedó completamente destruida.
«Tres cuartos del pueblo ya no existen», se lamentó conmovido tras confirmar daños en el hospital local.
Numerosos turistas se encontraban en la región para participar en las fiestas que cada año Amatrice organiza con ocasión de la creación de una célebre receta de espaghetti.
«Los hoteles estaban todos llenos», explicó el alcalde.
Se trata de una de las zonas con más riesgo sísmico de Italia, país que posee una geología muy particular.
El papa Francisco interrumpió su tradicional audiencia de los miércoles para manifestar su dolor y cercanía por las víctimas y dijo que quedó «perturbado» por la noticia.
El centro de Italia sufrió hace siete años, en mitad de la noche, un fuerte terremoto de 6,3 grados que provocó mas de 300 muertos en la región de Acquila.