BEIRUT/Xinhua
Dos potentes explosiones que sacudieron el martes Beirut, la capital del Líbano, han dejado al menos 73 personas muertas y 3.000 más heridas.
Las explosiones impactaron en el puerto de Beirut sobre las 18:10 hora local (16:10 GMT) del martes e hicieron tambalear edificios en toda la ciudad, provocando enormes pérdidas humanas y materiales.
Se espera que siga en aumento el número de víctimas mortales a medida que el recuento continúa.
Los medios de comunicación locales han comenzado a anunciar los nombres de centenares de personas catalogadas como desaparecidas, con la esperanza de ayudar a sus familias a hallarlas.
En estos momentos, aún se desconocen las causas exactas de esas combustiones, aunque el ministro del Interior libanés, Mohammad Fahmi, indicó que los productos químicos explosivos almacenados en el puerto de Beirut podrían haber causado la tragedia.
«Se debe preguntar a las autoridades aduaneras las razones por las que se almacenaban materiales químicos de esta índole en el puerto de Beirut», añadió.
Se espera que en un plazo de cinco días las investigaciones que se han puesto en marcha sobre lo ocurrido puedan revelar la verdad.
Inmediatamente después del suceso, el primer ministro libanés, Hassan Diab, declaró este miércoles día de luto nacional para los fallecidos de las explosiones.
Diab pidió también a los países amigos que ayuden al Líbano a superar las repercusiones de este desastre.
El presidente del país, Michel Aoun, convocó por su parte a una reunión de emergencia del Alto Consejo de Defensa, que el martes declaró a Beirut una ciudad afligida e instó al gabinete libanés a anunciar el estado de emergencia en esta capital por dos semanas.