Santiago Leiva
@Santileij
La Azul cuscatleca selló su boleto de forma directa a la próxima edición de la Copa de Oro, pero quedó a centímetros del ridículo en el último duelo de la Copa Centroamericana de la UNCAF de la cual finalizó en el tercer lugar.
Los pupilos del colombiano Eduardo Lara terminaron pidiendo la hora ante una selección de Nicaragua que les superó durante muchos tramos del encuentro. Desde el delantero Rodolfo “Fito” Zelaya hasta el portero Benji Villalobos se vieron obligados a robarle minutos al cronómetro para frenar al combinado nicaragüense, que no solo le dio un mejor trato a la pelota, si no que tuvo ocasiones claras para quedarse con el triunfo.
El estratega cafetero volvió a cambiar estampillas en la Azul, pero mantuvo el 4-4-1-1 improductivo que usó ante Panamá y el experimento ante los pinoleros también fue un fracaso.
“Fito”, que actuó como único jugador en punta, estuvo en bartolina durante todo el primer episodio; y los hombres de media cancha dieron un recital de imprecisiones y se vieron superados por la presión y orden táctico del rival.
De ahí que, antes de llegar al descanso, El Salvador apenas y registraba en las estadísticas un potente disparo de Zelaya que se fue desviado y otro de Óscar Cerén. En este episodio tampoco le sirvió de mucho a los nicaragüenses el monopolio de balón. De peligro solo crearon algunos centros rechazados por la zaga cuscatleca y un testarazo que llegó manso a las manos de Villalobos.
Sin gol y sin que su equipo creara una solo ocasión clara a gol, en el inicio del complemento Lara se vio obligado a modificar su esquema.
Retiró a Jaime Alas de la cancha y le dio entrada a Irvin Herrera para que acompañara a Fito y moverse bajo un 4-4-2 más prolífico.
La estrategia le rindió fruto casi de inmediato. Se corría el minuto ‘54 cuando Andrés Flores filtró un balón para Herrera que definió de primera para vencer al portero Deidrich Tellez. Antes de eso, Bryan
García había rematado al marco cuscatleco y “Fito” también lo había hecho de cabeza en la meta rival.
El gol de la Azul pellizcó el orgullo de los nicaragüenses, que se volcaron por el empate y, a partir de ahí, pusieron contra las cuerdas a El Salvador.
Dani Cadenas, que no apareció mucho en el primer tiempo, comenzó a gravitar en el área y junto a Juan Barrera pusieron en aprietos a la zaga salvadoreña. La jugada más clara de Cadenas fue una chilena que ejecutó dentro del área y que provocó que el balón pasara apenas desviado de la portería de Benji, antes también había probado a marco y el remate le salió desviado. Ante el empuje de los pinoleros, al ‘75, Lara volvió a retocar su esquema: sacó a “Fito” y metió a Néstor Renderos para volver al 4-4-1-1 inicial. El cuarto de hora restante y el agregado fue un intercambio de impresiones: Nicaragua le metió prisa al partido y los jugadores de la Azul aprovecharon hasta la más mínima oportunidad para robarle tiempo al reloj. Al final, se vio lo nunca visto: un El Salvador amurallado en su territorio, pidiendo tiempo ante un rival históricamente más débil.