Por Kelly Velásquez
Roma/AFP
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) instó este lunes a la comunidad internacional a que se tomen medidas urgentes ante el resurgir de una de las enfermedades más destructivas del banano, click site que amenaza la producción de América Latina.
La grave enfermedad, tadalafil conocida como la «enfermedad de Panamá» o el marchitamiento por Fusarium TR4 (o fusariosis), sovaldi sale se ha propagado recientemente en varios países de Asia, África y Medio Oriente, pero por el momento no ha llegado a Colombia ni Ecuador, los mayores exportadores de América Latina, precisó en un comunicado la agencia especializada de Naciones Unidas.
«La FAO urge a los países productores de banano a intensificar la vigilancia, la notificación y la prevención de una de las enfermedades más destructivas del banano», reza la nota.
La «fusariosis», que agosta progresivamente las hojas del banano, penetra a través de las raíces y es muy resistente a los fungicidas.
La enfermedad «podría tener serias consecuencias para los productores, los intermediarios y las familias que viven del rubro», indicó Fazil Dusunceli, fitopatologista de la FAO.
Para Gianluca Gondolini, secretario del Foro Mundial Bananero, que promueve el comercio sostenible del banano, «cualquier enfermedad o problema que afecte a los bananos golpea a una importante fuente de alimentos, de medios de vida, de empleo e ingresos públicos de numerosos países tropicales», recalcó.
El banano es el octavo cultivo alimentario más importante del mundo y el cuarto cultivo alimentario entre los países menos desarrollados, según el servicio de recolección y análisis de datos de la agencia de la ONU.
«Los países deben actuar inmediatamente si queremos evitar el peor de los escenarios: la destrucción masiva de gran parte de los cultivos de banano en el mundo», advirtió la FAO, cuya sede central se encuentra en Roma.
Expertos recomiendan ante todo prevenir la propagación
Entre las medidas que recomienda la entidad internacional figuran la adopción de sistemas adecuados de evaluación de riesgos, vigilancia y alerta temprana, de medidas fitosanitarias para prevenir la propagación de la enfermedad por medio de las prácticas agrícolas, sistemas de riego y drenaje, transporte, vehículos, contenedores, herramientas o visitantes, así como medidas preventivas, como puede ser la cuarentena.
La agencia de la ONU considera clave la capacitación de técnicos, productores y trabajadores agrícolas en la identificación de la enfermedad, su prevención y gestión sobre el terreno, ofreciendo instrucciones adecuadas a los visitantes.
Según Gert Kema, investigador holandés de la Universidad de Wageningen y encargado de panamadisease.org, la enfermedad no ha llegado a América Latina sólo por «suerte».
«No hay prevención. La enfermedad va a llegar, el problema es cuándo», aseguró.
La mayoría de los expertos insisten en que es necesario desinfectar los vehículos que entran y salen de los lugares donde se realiza la cuarentena.
La TR4 ha causado importantes pérdidas en las plantaciones de banano en el Sudeste asiático en las últimas dos décadas, y ha sido recientemente señalada en Mozambique y Jordania, indicó la FAO.
La cepa TR4 infecta las variedades de banano Cavendish, que son las más comercializadas en el mundo, así como otras variedades sensibles que se consumen y comercializan a nivel local.
«A pesar del daño a las plantaciones y la producción, la fruta misma sigue siendo comestible», explicó la agencia de Naciones Unidas.
El marchitamiento por Fusarium está causado por el hongo Fusarium oxysporum f.sp. cubense(Foc), el cual puede permanecer activo durante décadas en el suelo.
Una vez que la enfermedad está presente en un campo, no puede ser completamente eliminada con las prácticas y fungicidas actualmente disponibles.
«La mejor manera de luchar contra la enfermedad es evitar su propagación, lo que incluye evitar el movimiento de material vegetal enfermo y de partículas del suelo contaminadas», advirtieron los expertos de FAO.
«Necesitamos aumentar el nivel de conciencia de la amenaza, coordinar esfuerzos entre países e instituciones para la aplicación efectiva de las medidas de cuarentena apropiadas, trabajando también con los productores de bananos, comerciantes, empleados de las plantaciones y los pequeños agricultores para ayudar a reducir al mínimo la propagación de la enfermedad», subrayó Dusunceli.