Alexander Pineda
@DiarioCoLatino
El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC) presentaron el informe semestral sobre hechos de violencia contras las mujeres en El Salvador, durante los primeros seis meses de 2019. Las cifras son consideradas como “preocupantes”.
Según el informe presentado ayer, 12,642 hechos de violencia contra mujeres fueron registrados entre el 1 de enero y el 30 de junio, de los cuales 3,138 fueron catalogados como violencia sexual, 17 casos diarios, de los que se destacó que, en al menos dos de cada tres casos, las víctimas fueron menores de edad. El tipo de violencia más común fue la física, con 3,845 casos; es decir, 21 hechos diarios durante los primeros seis meses de 2019; asimismo, se registraron 159 muertes violentas de mujeres, de las que 79 fueron clasificadas como feminicidios.
Silvia Juárez, de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA) dijo que visibilizar la violencia contra las mujeres es -a la vez- visibilizar la violencia contra más de la mitad de la población salvadoreña, y que a pesar de registrar un descenso en la violencia feminicida, los tipos sexual, física y patrimonial no dan señales de retroceso.
“Solemos pensar que la violencia sexual ocurre en un callejón oscuro y solo, la evidencia nos está diciendo que ocurre en casa, en el marco de las relaciones de confianza y que es reiterado”, explicó la representante de ORMUSA.
Juárez también consideró que el sistema de salud estaría obviando clasificar como violencia sexual los casi 12,000 embarazos en menores de edad; asimismo, dijo que se ve con preocupación una posible “crisis”, producto de los recortes presupuestarios a programas como Ciudad Mujer y los Equipos Comunitarios de Salud (ECOS).
El representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Rafael Pleitez indicó que las desigualdades de género son las más arraigadas en todo el mundo, y son vistas como un obstáculo para el desarrollo humano.
“Las relaciones de poder, normas sociales y actitudes arraigadas en las sociedades fomentan comportamientos que perpetúan las desigualdades”, manifestó Pleitez, e instó a las instituciones de seguridad a promover políticas públicas basadas en lo evidenciado en el informe.