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Buenos Aires/dpa
Chile y Argentina, los finalistas de las dos últimas ediciones de la Copa América, sumaron motivos de preocupación en las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018.
Disputada la mitad de las 18 jornadas, ninguno de los dos está en zona de clasificación directa, aunque lo de Chile es mucho más comprometido tras la derrota por 3-0 ante Ecuador en Quito.
El conjunto dirigido por Juan Antonio Pizzi se separa a cinco puntos de un quinto puesto al que ahora cayó Argentina, que de momento debería jugar la repesca para estar en Rusia. Sin Lionel Messi, el equipo albiceleste desperdició dos veces una ventaja y terminó igualando 2-2 con Perú en Lima.
“Hemos sido superados en todos los aspectos del juego”, reconoció Pizzi, quien asumió “completamente la responsabilidad” del resultado. El bicampeón de América fue vapuleado en los 2.800 metros de altura de Quito por un Ecuador que pudo haber marcado incluso más goles.
El conjunto chileno sumó apenas un punto de los últimos nueve en juego y mira cada vez con más preocupación la tabla, que lo muestra en un alarmante séptimo puesto con 11 puntos. El martes recibirá a un Perú que también se juega la vida tras rescatar un empate ante Argentina.
Antonio Valencia (18’) y Cristian Ramírez (22’) en el primer tiempo, y Felipe Caicedo (47’) en el arranque del segundo marcaron los goles del triunfo de Ecuador, que alcanzó los 16 puntos y volvió a colocarse en zona de clasificación directa.
Lo de Argentina también encendió las luces de alarma. El equipo dirigido por Edgardo Bauza sumó su segundo empate y quedó quinto con 16 unidades, por detrás de Ecuador y Colombia debido a su peor diferencia de goles.
“Fue un partido intenso, difícil. Sabíamos que iba a ser complicado, porque Perú se jugaba una de las últimas chances”, analizó el lateral Pablo Zabaleta.
Argentina se adelantó en el primer tiempo con un gol del defensor Ramiro Funes Mori, igualado por el veterano Paolo Guerrero en la segunda parte. Gonzalo Higuaín volvió a adelantar a Argentina cuando la visita la estaba pasando mal. Pero Javier Mascherano cometió en el final un error en la salida que derivó en un penal convertido por Christian Cueva.
Diferente es la situación de Brasil, que parece haber recuperado el juego y la alegría. Liderada por un gran Neymar, la “canarinha” aplastó 5-0 a Bolivia en Natal y se afirmó en el segundo lugar con 18 puntos.
El artillero del Barcelona abrió el marcador con su gol número 300 enfundado en la camiseta “canarinha” en el minuto 11, y participó en otros tres tantos de su equipo. Philippe Coutinho (26’), Filipe Luís (39’), Gabriel Jesus (43’) y Firmino (75’) sellaron la abultada goleada brasileña, que no fue mayor porque al pentacampeón del mundo le falló un poco la puntería en la segunda mitad.
“Tenemos que continuar en esa misma trayectoria. Creo que todo el mundo está entendiendo el sistema”, elogió el jugador del Atlético de Madrid a Tite, quien ganó sus tres encuentros oficiales desde que asumió la dirección técnica de Brasil.
El pentacampeón sólo tiene por delante a Uruguay, que derrotó 3-0 a Venezuela en Montevideo con dos goles de Edinson Cavani y lidera la eliminatoria con 19 puntos.
El camino de la victoria fue abierto por Nicolás Lodeiro, a los 29 minutos, mientras que Cavani sumó a los 46’ y a los 78’ un nuevo doblete para liquidar a la “vinotinto”. Venezuela terminó con diez jugadores por la expulsión del defensa Oswaldo Vizcarrondo a los 64’.
Con la victoria, Uruguay cortó una llamativa racha negativa con Venezuela, a la que no vencía por eliminatorias desde hace 16 años en el estadio Centenario.
En el restante encuentro, Colombia venció 1-0 a Paraguay en Asunción con un gol de Edwin Cardona en el último suspiro. Los “cafeteros”, sin James Rodríguez, se afirmaron así en zona de clasificación.
La pareja eliminatoria de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) muestra, disputadas nueve fechas, a los primeros cinco equipos con una brecha sobre el resto, incluyendo al rezagado Chile. Sólo Argentina no pudo ganar de los de arriba, lo que le costó la caída a la zona de repesca. Sin embargo, el camino aún es largo y mucho puede pasar.
