Kazán/Sochi/dpa
Nada distrae a Joachim Löw. El objetivo del seleccionador alemán es defender dentro de un año el título mundial ganado en Brasil 2014. Y por eso no tuvo reparos en acudir a la Copa Confederaciones de Rusia con un equipo “B” que le ofrece dos ventajas: dar descanso a sus estrellas y experimentar nuevos nombres.
“La Copa Confederaciones es un torneo para probar, tanto para el anfitrión como para nosotros”, reconoció en una entrevista con dpa el hombre que conduce la “Mannschaft” desde 2006. “Los rusos verán a nuestras estrellas el próximo año”, dijo pidiendo paciencia a hinchas y organizadores que esperaban a las grandes figuras.
Apenas tres jugadores del plantel que ganó la final de Río de Janeiro a Argentina -Matthias Ginter, Julian Draxler y Shkodran Mustafi- participarán esta vez en la Confederaciones (17 de junio a 2 de julio). Los aficionados se quedarán sin ver a estrellas mundiales como Manuel Neuer, Thomas Müller, Toni Kroos o Mesut Özil.
Löw, la cara más visible y exitosa de la reinvención del fútbol alemán iniciada en 2004 por su antecesor Jürgen Klinsmann, sufrió en estos años varias lesiones de estrellas y ya no está dispuesto a arriesgar: “Los fans quieren ver aún un par de años a los grandes jugadores a un buen nivel. Y no quieren ver que están lesionados”.
A cambio, la copa que los germanos comenzarán disputando con Australia (19 de junio), Chile (22 de junio) y Camerún (25 de junio) ofrecerá otro aliciente: anticipar la Alemania del futuro y observar bajo presión competitiva a las nuevas joyas destinadas a mantener el nivel de la cuatro veces campeona del mundo.
Uno de los nombres a seguir de cerca será el de Timo Werner, joven delantero de 21 años que terminó la Bundesliga con 21 goles -máximo anotador alemán- y que fue calificado por su técnico en el Leipzig como “el jugador más prometedor del fútbol alemán”.
Muchas miradas apuntarán también a Sandro Wagner, del Hoffenheim. El delantero de 29 años debutó pisando fuerte el sábado con un “hat trick” en el 7-1 a San Marino por las eliminatorias el Mundial, en las que Alemania encadena seis victorias en seis partidos. Junto a otros debutantes como Lars Stindl (Borussia Mönchengladbach), Marvin Plattenhardt (Hertha Berlín), Kerem Demirbay (Hoffenheim), Amin Younes (Ajax de Amsterdam) y Diego Demme (Leipzig), el plantel incluye a jóvenes ya asentados como el arquero Marc-André Ter-Stegen (Barcelona) y Joshua Kimmich (Bayern Múnich).
“Tenemos un equipo joven diferente, en el que trabajamos para inculcar una base, estudiar algunos automatismos y transmitir nuestra filosofía de juego”, definió Löw. “Para algunos jugadores será una experiencia importante”. También para una Alemania que, como se sabe en el fútbol, ni haciendo pruebas pierde de vista el triunfo.