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Burdeos/Francia/dpa
La selecciones de fútbol de Alemania e Italia se enfrentarán mañana en Burdeos por un puesto en las semifinales de la Eurocopa en un duelo con aroma a clásico continental y que propone una apasionante confrontación de estilos.
Cabe esperar lo máximo de un partido con tanto “glamour” entre dos de las selecciones más exitosas de la historia de fútbol. Además, ambas están mostrando una extraordinaria regularidad durante el torneo Francia y, sobre todo, una fe ciega en sus respectivss identidades, tan divergentes.
Aunque cueste creerlo, Alemania nunca ganó a Italia en un torneo de selecciones, con un balance de cuatro empates y cuatro derrotas. Por si acaso, el seleccionador alemán, Joachim Löw, se apresuró a decir: “No tenemos ningún trauma con Italia”.
Por su parte, Italia no dudó en otorgarle a su rival el cartel de favorito y Antonio Conte, su seleccionador, manifestó: “Son los más fuertes del torneo”.
Pero ni las estadísticas ni los supuestos favoritismos sirven de nada cuando el balón entra en juego. Y lo que sí valdrá es qué selección logra imponer su estilo.
Alemania defiende el fútbol combinativo, el movimiento rápido de balón, la ocupación correcta de espacios y las entradas por banda. Por su parte, la nueva Italia de Conte es también la vieja Italia, el regreso a una esencia definida tradicionalmente por la defensa férrea, el dominio de la información sobre el contrario, el despliegue físico y el control de las emociones.
El conjunto de Löw sabe que delante se encontrará a un equipo parecido al que ganó 2-0 a España en los octavos de final. Avisado está, por más que Italia probablemente no pueda contar ni con Antonio Candreva ni con Daniele de Rossi, ambos lesionados.
En cambio, Alemania sí tiene a todo su plantel sano y Löw ya encontró su once favorito, que incluye a Sami Khedira como medio centro por detrás de los creativos Toni Kroos, Mesut Özil y Julian Draxler. La punta es asunto de Thomas Müller y Mario Gomez.
“Hemos visto lo peligrosos que son los italianos. Puede ser que sea un partido en el que primer error signifique el primer gol y el partido se acabe ahí”, analizó el central Mats Hummels.
Efectivamente, pocos equipos hay como Italia que penalicen cualquier error del rival. Conte tiene analizados todos los secretos del rival y también sabe elevar la autoestima de los suyos muy por encima del valor real de sus individualidades. Por delante de la defensa de tres formada por Andrea Barzagli, Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci, Alesandro Florenzi repetiría en la banda izquierda, Mattia de Sciglio ocuparía la otra y Stefano Sturaro se encargaría de suplir a De Rossi como pivot.
En el centro del campo se situarían Marco Parolo y Emanuele Giaccherini y la punta sería para Éder y Graziano Pelle, dos futbolistas muy complementarios.
“Alemania es un equipo más físico que el español y además son campeones del mundo. Pero si jugamos con determinación podemos competir”, aseguró De Sciglio.
Será un encuentro apasionante en el que Alemania intentará mantener su nivel ascendente durante el torneo para alimentar su aspiración de ganar la Eurocopa dos años después de conquistar el último Mundial. Para Italia, el duelo supondrá un nuevo acto reivindicativo de una selección que quiere volver a ser importante. Está dando pasos firmes hacia ello.
