San Petersburgo/dpa
¿Alemania? No, los jugadores chilenos apenas dedicaron unas breves palabras a su rival del domingo en la final de la Copa Confederaciones de fútbol.
Claudio Bravo y Alexis Sánchez, los dos jugadores con más partidos internacionales con la Roja, querían hablar principalmente sobre sí mismos, sobre la “Generación Dorada”.
“Antes del partido con Portugal se hablaba más de Cristiano Ronaldo que de nuestros grandes jugadores. Siempre estamos más preocupados de las otras selecciones, de los otros jugadores. Minimizamos lo que nosotros tenemos. Pero bueno, estamos nosotros solos en este mundo del fútbol”, dijo Bravo.
El capitán sabe bien lo que hace. De carácter reservado fuera de la cancha, el arquero del Manchester City sabe cómo manejar los tiempos y las palabras.
Ante los lusos en semifinales detuvo tres lanzamientos en la tanda de penales, pero sobre todo mostró liderazgo con su arenga previa.
“Tenemos experiencia y nos sobran los huevos, ya que cuando éramos más chicos y Alexis decía que quería ser el mejor del mundo o yo que quería ganar un título con la selección, muchos reían, decían que era imposible, pero acá estamos sentados nuevamente antes de una final”, advirtió.
Chile no había ganado ningún título hasta la victoria en casa en la Copa América de 2015. Después, se impuso también en la Copa Centenario de 2016 en Estados Unidos y aspira ahora a enlazar en Rusia su tercer trofeo consecutivo.
Bravo y Sánchez llevan 114 partidos cada uno con la selección. El delantero del Arsenal, además, es máximo goleador histórico del equipo con 38 tantos.
Son, sin duda, dos pesos pesados de un grupo en el que también destacan Arturo Vidal y Gary Medel.
“Hace 40 ó 50 años Chile no ganaba nada. No se clasificaba siquiera para el Mundial, así que disfruten de esta generación”, dijo Sánchez .
“Yo llevo muchos años en esto y cuesta estar entre los mejores. Hay días que me levanto y no tengo ganas de jugar, no dormí bien, pero me tomo un café y para adelante. Una anécdota: antes yo me levantaba el primero para ir al gimnasio y ustedes me hacían videos. El otro día me levanté y todos los compañeros estaban ya en el gimnasio. Me sentí orgulloso del profesionalismo de este equipo”, dijo.
“Cuando jugamos la final contra Argentina (en la Copa América), jugador por jugador era mejor Argentina, pero como equipo o como familia, nosotros jugamos mejor. Lo mismo contra Portugal. Cada jugador aporta su granito de arena”, añadió. “Este equipo está para hacer historia”.
¿Y Alemania? Sí, bueno, será “un partido abierto, con dos selecciones que proponen, que tienen gol”, dijo el arquero casi a regañadientes. “Pero -añadió mirando de inmediato hacia dentro- en la final no puedes renunciar a tu faceta. Tenemos muy claro cuál es nuestro papel y nuestro fútbol. Si renunciáramos no tendríamos ningún margen de ganar. Y ellos igual”.