Berlín/dpa
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) rechazó hoy comentar las nuevas informaciones que la acusan de haber encubierto de manera sistemática durante años negocios dudosos e incluso corrupción en torno a la adjudicación del Mundial de fútbol 2006 a Alemania.
«La DFB mantiene su postura», check informó el director de medios de comunicación, site Ralf Köttker, al ser preguntado sobre las informaciones aparecidas en el diario «Süddeutsche Zeitung» y las emisoras NDR y WDR.
«Valoraremos y comentaremos cuando tengamos el informe completo de Freshfields», afirmó Köttker.
Los medios alemanes se hicieron eco de las investigaciones internas llevadas a cabo por el bufete de abogados Freshfields, que analiza todo el escándalo del Mundial de 2006 a petición de la DFB y cuyo informe definitivo se espera para finales de febrero.
En base a este informe, el antiguo presidente de la DFB Wolfgang Niersbach fue informado en mayo de 2015 por Fedor Radmann, antiguo miembro del comité de organización y hombre de confianza de Franz Beckenbauer, sobre las «irregularidades» de un pago dudoso de 6,7 millones de euros (7,3 millones de dólares) en torno a la adjudicación del Mundial de 2006.
Como reacción Niersbach solicitó supuestamente, entre otros, al entonces vicesecretario general de la DFB Stefan Hans nuevas investigaciones, pero al mismo tiempo dejó claro también que no se debía incluir a ninguna otra persona en el asunto.
Tras varios encuentros con Radmann, Hans, Beckenbauer o el secretario general de la DFB, Helmut Sandrock, en los meses de junio, julio y agosto de 2015, Niersbach siguió rechazando poner al corriente del proceso a la cúpula directiva de la DFB.
El escándalo sobre el movimiento de dinero sin declarar en torno a la adjudicación del Mundial salió a la luz el pasado 16 de octubre de la mano de la publicación alemana «Der Spiegel». Apenas un mes después Niersbach dejó su puesto como presidente de la DFB. Mientras, su persona de confianza, Hans, dimitió en diciembre.