Rigoberto Palma
ARENA, search la ANEP y los medios de comunicación de la oligarquía impulsan una campaña contra las medidas fiscales aprobadas por la Asamblea Legislativa. Dicen que los impuestos afectarán al pueblo y ahuyentarán la inversión privada. La oligarquía quiere hacer creer que se preocupa por el pueblo y lo defiende de las supuestas malas acciones del gobierno. Es como si el país se hubiera puesto al revés. Sin embargo, store basta conocer un poquito lo que se aprobó para entender que la real preocupación de los millonarios es que se les afecte su bolsillo y su imagen. Veamos:
1. Se modifica la ley de impuesto sobre la renta en el punto donde dice que los medios de comunicación impresos no pagan IVA, ni arancel cuando compran, ni impuestos municipales, ni impuestos sobre sus ganancias. El cambio consiste en que en lo adelante pagarán uno de esos cuatro impuestos: sobre sus ganancias, o sea, el llamado impuesto sobre la renta. No pagarán los demás impuestos, pero al menos pagarán ese.
Para decirlo en cristiano, El Diario de Hoy, La Prensa Gráfica y El Mundo tendrán que pagar impuestos por sus millonarias ganancias. Por ejemplo, si El Diario de Hoy se gana 10 millones de dólares en un año, pagará 2,992,500 dólares. Y si gana 100 millones pagará 29,992,500 dólares. ¡Excelente! Con ese dinero se podría duplicar el presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente y todavía sobran casi 5 millones que para comprar medicinas para los hospitales. ¿Y El Diario de Hoy se gana 100 millones? No lo sabemos, pero con sus servicios de publicidad gana mucho dinero.
Es normal que los dueños de El Diario de Hoy y de los otros periódicos digan que el impuesto que pagarán es malo, pues les afecta sus ganancias, pero mienten cuando dicen que lo pagara el pueblo. ¿Cómo los dueños de El Diario de Hoy, por ejemplo, encarecerán el maíz, la carne y otros productos? No pueden hacerlo. Si le suben el precio al periódico para ganar más dinero, pues mejor, ya que nadie lo comprará y habría más salud mental. Y si encarecen la publicidad tendrán menos demanda de publicidad, ya que ninguna empresa subirá los precios para conseguir más dinero y pagar una publicidad más cara, pues si toma esa decisión solo beneficiaría al periódico y correría el riesgo de vender menos.
Los dueños de los periódicos también mienten cuando dicen que el impuesto atentará contra la libertad de prensa, pues el mismo lo pagan las los canales de televisión y las radios. Al señor Altamirano, de El Diario de Hoy, nadie le está coartando su libertad de expresarse. Al contrario, él se pondrá más agresivo, aunque de nada le sirva.
2. Se reforma la ley de impuesto sobre la renta para que las empresas paguen el 1% del valor de sus activos netos, que resulta de restarle a los activos el costo de depreciación de sus máquinas, las acciones en otras empresas, los activos en el exterior y otros rubros. Al finalizar el año, a las empresas que ganen más de 150,000 dólares (solo a esas) se les harán dos cálculos: lo que pagarían por sus ganancias y lo que pagarían por sus activos. Si el pago por la ganancia es mayor, se les cobra por ellas y se deja fuera el otro impuesto. Y es al revés, por ejemplo si por los activos una empresa debe pagar dos millones y por la ganancia un millón, se le cobran los dos millones de los activos pero se le da la oportunidad de descontar el otro millón en los siguientes años.
A las empresas que declaren pérdidas durante más de años seguidos y sigan funcionando se les cobrará por los activos, pues alguna trampa están haciendo, ya que ningún negocio sobrevive con pérdidas. Lo cierto es que esas empresas ganan mucho dinero pero dicen que pierden porque inflan sus costos reales. Si continúan con esa práctica tendrán que pagar.
Ese impuesto no afectará los precios porque no es sobre las ventas. Y a la empresa de nada le serviría vender más caro, pues si lo hace puede bajar las ventas o pagaría más sobre sus activos, que aumentarían con sus ingresos.
3. Se modifica el código tributario para que el Ministerio de Hacienda pueda divulgar información sobre las empresas que evaden impuestos o tienen moras con el Estado. La reforma dice así: “La Dirección General de Impuestos Internos divulgará las resoluciones de tasación de tributos y multas, así como las sentencias emitidas por el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos y de Aduana y los fallos de la Sala de lo Contencioso Administrativo sobre esa materia. De igual manera se procederá en aquellos casos que se de aviso o se remitan a la Fiscalía General de la República”. La divulgación se hará en dos periódicos de circulación nacional o en la web de Hacienda.
Eso significa que la población conocerá los nombres de las empresas que le deban dinero al fisco, así como los informes de la Fiscalía y los fallos de la Sala de lo Contencioso Administrativo sobre las empresas evasoras. Es justo que el pueblo conozca esas informaciones, pues esas empresas, que cobran impuestos cuando venden y cuando les descuentan renta a sus trabajadores y trabajadoras, se quedan con buena parte del dinero recaudado. En el año 2010 la evasión de impuestos fue de 33%, o sea, de 1,400 millones de dólares, una cifra similar a los presupuestos de los Ministerios de Educación, Salud, Justicia y Agricultura.
Es justo que se les cobre a quienes evaden impuestos y eso no alterará los precios de los bienes y servicios.
4. Se modifica el código tributario para combatir una práctica de evasión de impuestos muy común en algunas grandes empresas, que consiste en facturar precios de compra y ventas subvaluados para mostrar menos movimiento de dinero y pagar menos impuestos. En los casos en que se subvalúan importaciones, el Ministerio de Hacienda quedará facultado para pedirle información a otros gobiernos e inspeccionar los equipos electrónicos que utilizan las empresas para cobrar.
5. Se aprueba un impuesto de 0.25% a las transacciones bancarias superiores a los 1,000 dólares y realizadas con cheques y tarjetas de débito. El impuesto es sobre el excedente de 1,000 dólares y no incluye:
• Las transacciones realizadas con dinero en efectivo o tarjetas de crédito
• El pago de salarios y pensiones
• Las remesas enviadas y recibidas
• El retiro de dinero con tarjetas de crédito o directamente en las oficinas de las entidades del sistema financiero
• Las transferencias a favor de terceros
• El pago de los préstamo por parte de clientes del sistema financiero
• El pago de los servicios de suministro de agua y energía eléctrica
• Los préstamos personales hasta 10,000 dólares
• Los préstamos para vivienda hasta 50,000 dólares
• Los préstamos para capital de trabajo de las microempresas y los créditos de avío para el agro de hasta 50,000 dólares
• La entrada y salida de divisas por exportaciones e importaciones
Ese impuesto solo afecta a quienes mueven mucho dinero por los bancos o compran en supermercados, almacenes y otros negocios por sumas altas y pagan con cheque o tarjeta de débito. Por ejemplo si alguien compra un pasaje de avión valorado en 1,500 dólares y lo paga con cheque o tarjeta de débito, pagará el 0.25% de 500 dólares, o sea, 1 dólar con 25 centavos. Como se ve, ni siquiera paga mucho.
Si un coyote compra 20 quintales de frijol a 2,000 dólares y paga con un cheque, le cobrarán el 0.25 de 1,000 dólares, o sea, 2 dólares con 50 centavos. Si le traslada ese dinero al precio de 2,000 libras de frijol, da 0.001 centavos por libra. Ese es todo el impacto. Y si quiere hacer trampa, pues la Defensoría del Consumidor le tendrá que pasar la cuenta.
Los grandes empresarios y los dirigentes de ARENA dicen que los impuestos recaerán sobre el pueblo pero saben que no es así. Lo que quieren es que la población se moleste con el gobierno. Si les preocupara la suerte del pueblo no hubieran puesto el IVA durante el gobierno de Cristiani, ni lo hubieran subido a 13% durante el gobierno de Calderón Sol, ni lo hubieran extendido a las frutas, las verduras, los lácteos, los granos básicos y las medicinas durante el gobierno de Flores.