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Algunos comentarios sobre el discurso de Bukele en la ONU

CésarVillalona
Economista

En su discurso del 24 de septiembre, Bukele les dijo a los presidentes y presidentas de otros países que “cuando vine por primera vez a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 2019, sé que muchos no conocían a El Salvador o ni siquiera habían oído hablar de El Salvador”. Y agregó que “en los últimos cinco años El Salvador renació”.

Es indudable que Bukele tiene una mala opinión de su país y una baja autoestima, la cual trata de levantar con la idea falsa de que hoy El Salvador es conocido gracias a su Gobierno. Sin embargo, mientras intentaba levantarse el ánimo calificó a sus colegas de ignorantes, al asegurar que no sabían que El Salvador existía.

¿Y qué podemos decir de los conocimientos de Bukele? Que son muy limitados. Basta una muestra, precisamente de geografía. En su discurso afirmó que “El Salvador es el país más pequeño de todo el Continente Americano”.  Y resulta que nuestro continente tiene 35 países calificados de soberanos, 11 de los cuales son menores que El Salvador. Jamaica, por ejemplo, tiene 10,991 km², o sea, casi la mitad de El Salvador. ¿No lo sabe Bukele? ¿Ignora la existencia de Jamaica y los demás países? ¿O será que no los considera países?

Sobre el renacimiento de El Salvador, todos los indicadores económicos y sociales muestran lo contrario. Veamos solo dos: la deuda pública aumentó en $11,604 millones entre mayo de 2019 y junio de 2024 (del 67% al 90% del PIB) y la pobreza aumentó del 22.8% de los hogares en 2019 al 27.2% en 2023.

En su discurso también aseguró que “les dimos a miles salvadoreños que huyeron de la guerra y de la pobreza un país al cual regresar”. ¿Acaso ignora que la pobreza ha crecido y que la emigración es tan grande que la población del país disminuyó en 366,000 personas entre 2019 y 2023? Sería el colmo que no lo supiera, pues ese dato está en las encuestas de hogares publicadas por su Gobierno.

Como ya es habitual, Bukele afirmó que El Salvador es “el país más seguro de todo el hemisferio occidental” y donde “la gente puede vivir tranquila y feliz”. Sin embargo, los datos oficiales no lo ayudan, pues en su primer Gobierno los delitos aumentaron de 98,064 (junio 2019 a mayo 2020) a 101,416 (junio de 2023 a mayo de 2024). Los que más aumentaron fueron las violaciones, la violencia sexual y el tráfico ilegal de personas. ¿Él no lo sabe? Si lo ignora es porque no lee los informes de labores de la Fiscalía General de la República.

¿Cómo puede ser seguro y feliz un país dónde el propio Gobierno dice que hay 15,000 personas injustamente apresadas y donde prevalece un régimen de excepción que le permite a la policía capturar a quien quiera? ¿Hay felicidad donde todo está caro y aumentan el desempleo y la pobreza?

¿Tienen seguridad las más de 700,000 personas que cotizan para los fondos de pensiones, cuando el Gobierno debe el 75% de esos fondos, sigue agarrando prestado y decidió no pagar durante cuatro años ni un centavo de lo que debe?

¿Están seguras las 70,000 familias que viven desde hace muchos años en las líneas férreas y a las que el Gobierno no les da títulos de propiedad porque quiere desalojarlas para activar un tren?

¿Son felices los presos y las presas políticas y las personas despedidas del Estado? ¿Cómo puede sentirse feliz y seguro un pueblo al que el presidente de facto le promete y le da medicina amarga?

Otra cosa que dijo en la ONU fue que “en El Salvador, tu libertad de expresión así como tu propiedad privada siempre estarán protegidas”. Pero es que ni sus funcionarios creen que eso es verdad. Algunos de ellos hasta se fueron de este mundo de forma confusa.

Es obvio que los oligarcas y la familia empresarial gobernante tienen sus propiedades seguras y en proceso de expansión. Los Bukele hasta se han hecho cafetaleros. Pero otra es la realidad que viven las familias rurales despojadas de sus tierras y las personas desalojadas de sus puestos de venta en las calles.

El discurso, cuya finalidad esencial es confundir a la opinión pública internacional, tiene otras 10 manipulaciones, pero ni siquiera vale la pena comentarlas.

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