En el aire bailan sonajas verdes
que esgriman con el viento a solas,
en agonía con ansias y sed,
cayendo desdichadas moribundas,
por falta de agua, sin sangre savia,
absorbida por el sol, disecadas
por la mano criminal del hombre cruel,
a su caída el viento les hace bailar,
ya muertas, ya sin vida, sin amor,
a sabiendas el ser humano vil
que es su alimento, su vida,
le sigue destruyendo, construyendo,
talando, quemando y comiendo
bagazo, preservantes antisépticos
sin darse cuenta que las sonajas
ya polvorientas no sonarán mas
y el hombre también morirá
¡¡¡Por no cuidar, por talar sin compasión!!!!!!!…
Aristarco Azul
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