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ALIVIO PARA SALVADOREÑOS AMPARADOS EN EL TPS

Licenciada Norma Guevara de Ramirios

Unos 193 mil salvadoreños y salvadoreñas que radican en EEUU, amparados en el permiso temporal de trabajo, conocido como TPS, recibieron alivio ante la amenaza de deportación.

Un alivio otorgado por el gobierno de ese país norteamericano, con la extensión del TPS anunciada por el gobierno de Estados Unidos, que lo prorroga por 18 meses, que finalizarán el 30 de junio de 2024.

Semanas atrás se temía la deportación de nuestra población amparada al TPS; en una circunstancia de crisis social, económica y política que vive nuestro país, y en el marco del mayor nivel de emigración de compatriotas en busca de las oportunidades de trabajo que han perdido o no encuentran en nuestra sociedad.

Esa posibilidad de retorno forzado de compatriotas se ha disipado por un tiempo, mismo que sin duda será un tiempo que la población organizada utilice para luchar por la residencia que han venido demandando desde hace varios años.

La extensión del TPS favorece a poblaciones de El Salvador, Nicaragua, Honduras, Nepal, Haití y Sudán, pero de todos ellos, es El Salvador el que tiene la mayor proporción de trabajadores con permiso temporal.

La diputada del PARLACEN, Karina Sosa, y las diputadas del FMLN en la Asamblea Legislativa, Dina Argueta y Anabel Belloso, presentaron una iniciativa para que ese órgano de Estado expresara apoyo a los tepesianos, iniciativa que fue envida al archivo por las bancadas de diputados oficialistas, argumentando que la prolongación del TPS es cuestión judicial.

Para bien de nuestros compatriotas, ese argumento ha sido desmentido con la decisión de la administración estadounidense.

Los comentarios de quienes han seguido y acompañado la defensa de los trabajadores salvadoreños en EEUU subrayan la ausencia de apoyo del gobierno de Bukele y de sus diputados oficialistas, para abogar por la extensión del TPS, lo que muestra un desinterés del gobierno que sí aspira a obtener votos para su partido en las próximas elecciones legislativas y presidenciales de 2024 de salvadores residentes en el exterior.

La crisis económica, institucional y de seguridad que vive el país, es un escenario adverso para brindar oportunidades de reinserción a familias que viven en el exterior; el desempleo, la falta de inversión y la crisis fiscal, más bien estimulan el abandono del país por compatriotas  hacia otros países, principalmente a Estados Unidos.

La propaganda gubernamental, que presenta a nuestro país como el mejor de todos los tiempos, no pasa de ser propaganda vacía de contenido. Las respuestas a las encuestas, y el día a día de quienes viven de un salario mínimo y salarios bajos en general, o en la actividad informal, saben perfectamente que uno de los problemas más graves que vivimos es la situación económica.

Altos precios de los alimentos y de productos en general, vuelven común la frase “el dinero no alcanza” y se aprecia el descuido de políticas de apoyo a la pequeña empresa, generadora de empleos, a la población de las áreas rurales que producen granos básicos o productos de exportación.

De allí la importancia que tiene para los trabajadores amparados en el TPS y para sus familiares que reciben remesas, la medida adoptada por la actual administración estadounidense, pues representa la oportunidad de mantenerse trabajando ellos, y de apoyo a sus familias en el país.

De más está decir, que otros sectores de la economía salvadoreña dependen, en gran medida, de la capacidad de compra que aseguran las remesas recibidas, por eso es incomprensible la indiferencia del gobierno sobre este aspecto.

Lo anterior contrasta con la propaganda oficialista, que afirma que ellos aseguran el derecho ciudadano de los salvadoreños residentes en el exterior, para que puedan votar para elegir diputados y presidente de la República.

Con razón surge la sospecha de que la ley sobre voto en el exterior está elaborada con tanta irregularidad y con tanta falta de mecanismos, que aseguren transparencia, que se puede inferir que es un pretexto para usurpar identidades y realizar fraude con el que buscan compensar la pérdida de respaldo en el país.

La comunidad de salvadoreños residentes en EEUU, debe abrir bien los ojos sobre la conducta del gobierno, su indiferencia para con quienes más necesitan de su apoyo y gestión diplomática, y su interés en el apoyo para perpetuarse ilegalmente en el poder.

Me uno a quienes han felicitado la gestión de los salvadoreños, que han dado batalla judicial y política para mantener su derecho a trabajar en EE. UU., pues ellos son parte de quienes en ese país generan riqueza, pagan impuestos y contribuyen a sus países de origen.

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