Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“La Ley de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres plantea que el Sistema de Protección Civil debe trabajar permanentemente el tema de la prevención de desastres y, en ese sentido, hay un error en pensar que la gestión del riesgo es sólo atender la emergencia”, explicó Luis González, del equipo técnico de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES).
González agregó que “esto es lo que ocurre histórica y tristemente en El Salvador, porque en esto de la gestión de riesgos hay una serie de elementos a tomar en cuenta como las amenazas que pueden ser de origen natural, humanas y mixtas, y, claro, las vulnerabilidades”.
Para González, las amenazas que generan más peligro a la población son las de origen natural o mixtas, debido a que no pueden ser “controladas”, como un huracán, terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas. Que frente a las “vulnerabilidades” de la población elevan su debilidad de ser impactados y estar más expuestos a los peligros.
Se puede reducir la vulnerabilidad
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en una investigación realizada en el año 2017 , identificó que el 88.7% del territorio nacional está en riesgo y sobre esa superficie se asienta el 95.4% de la población salvadoreña. Lo que coloca al país en “mayor vulnerabilidad en el mundo”.
Luis González afirmó que “si se pueden reducir las vulnerabilidades para tener mayor resistencia o resiliencia frente a estos fenómenos”. Se puede comenzar, construyendo la prevención y mitigación, dijo.
“Digamos, si hay población que no sabe leer, población que no tiene carreteras adecuadas o población que vive en viviendas de cartón, todas esas condiciones se pueden mejorar para que la gente sea menos frágil y menos expuesta al peligro”, explicó.
“Entonces, esta labor debe ser permanente, es decir, estar trabajando de manera perenne, construyendo capacidades o reduciendo vulnerabilidades frente al peligro, y no sólo cuando haya una emergencia. Deben estar identificando lo que causa peligro y que provoca su debilidad ante el peligro y para eso sirven los Mapas de Riesgos”, argumentó González.
En todo caso, la Ley de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres debería contar con un sistema nacional, departamental, municipal y local, a manera de trabajo integral y de mayor cobertura social, propuso González.
“Deberían trabajar generando datos de cómo están las comunidades, cuáles son sus debilidades. Digamos, la comunidad Los Lagartos, en Sonsonate, está amenazada por inundaciones y derrumbes, entonces, identificamos que esta gente está expuesta y les damos una respuesta adecuada”, afirmó.
“Y la respuesta de manera preventiva es que para evitar las inundaciones en las comunidades, construyó bordas como gobierno y si tiene derrumbes, lo evitaría construyendo barreras vivas como sembrar zacate vetiver, reforestar el cerro, y las barreras muertas, como prevención”, prosiguió.
De igual modo, planteó que Protección Civil, luego de lo ocurrido con el giro monzónico centroamericano, es una oportunidad “ir corrigiendo el riesgo de desatres” aplicando obras de mitigación que pueden ser variadas y pueden ir desde infraestructura como “canales” para drenar el agua de los terrenos, que se inundan por la persistencia de las lluvias.
Además, pueden “mejorar la señalización” para que la gente de las comunidades pueda salir de las zonas vulnerables mediante un sistema de comunicación adecuada y permanente frente a cualquier amenaza de una emergencia o desastre.
“Como gobierno también al momento de obtener la información completa de la emergencia y datos pluviométricos de las lluvias intensas, deberá activar el Sistema de Alerta Temprana y comenzar a evacuar a la gente que está en zonas de peligro y llevarlos a los albergues que deben contar con camas, alimentación y atención médica”, sostuvo.
“Las tres gestiones que deben trabajar son la Preventiva, Correctiva y Reactiva o atención a la emergencia, pero lo qué ocurre es que el Estado generalmente se queda en lo reactivo, esperar que llueva para sacar a la gente hasta que esté afectada y no debe ser así. Hay una confusión de conceptos, ponen plástico en un talud deforestado y afirman que están previniendo, pero no lo es, solamente es respuesta”, reiteró González.
Mientras, la Dirección de Protección Civil, declaró “Alerta Verde” la semana anterior, luego de 7 días de lluvia que trajo consigo el “giro centroamericano”, que dejó a su paso 20 víctimas mortales, pérdidas agrícolas y un centenar de personas en albergues temporales. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales anuncia el paso de una Onda Tropical que traerá lluvias.
Al igual, organizaciones sociales que abordan la gestión del riesgo, han señalado reiteradamente la falta de un presupuesto robusto para la entidad, al señalar que Protección Civil sólo cuenta con 2 millones de dólares, frente a los 7 millones de dólares asignados a la Secretaría de Prensa de la presidencia, quitándole prioridad.