Por Layal Abou Rahal/Maher Al Mounes
Beirut/Damasco/AFP
El alto el fuego en vigor en Siria desde medianoche era globalmente respetado el viernes por el gobierno de Bashar al Asad y los grupos rebeldes pese a algunos enfrentamientos aislados que en principio no ponen en peligro el acuerdo.
El acuerdo de alto el fuego, apadrinado por Rusia y Turquía, no concierne a beligerantes considerados grupos «terroristas», como la organización yihadista Estado Islámico (EI).
Este acuerdo, logrado sin la intervención de Estados Unidos, fue anunciado el jueves por el presidente ruso Vladimir Putin y confirmado por el ejército sirio y la oposición en el exilio.
El acuerdo prevé también el inicio de negociaciones de paz en Astana para poner fin a la guerra.
Corresponsales de la AFP en territorio rebelde, en la provincia de Idlib (noroeste) y en la Guta Oriental, al este de Damasco, indicaron que la situación desde el inicio de la tregua era de calma.
‘Evolución positiva’
El cese el fuego llegaba poco más de una semana después de la victoria total siria en la estratégica Alepo, con apoyo de fuerzas rusas, milicias iraníes e iraquíes, el conflicto ha entrado en las últimas semanas en una nueva fase gracias al impulso de Rusia e Irán, aliados de Damasco, y de Turquía, que apoya a los rebeldes.
Hasta ahora, todas las treguas negociadas entre Washington y Moscú, -varias desde 2011- habían saltado por los aires al poco tiempo.
«Todo esfuerzo por detener la violencia, salvar vidas y crear las condiciones para una vuelta a las negociaciones políticas constructivas es bienvenido», afirmó el jueves el portavoz de la diplomacia estadounidense Mark Toner, reconociendo una «evolución positiva».
Esta es la primera vez que Turquía, aliada de los rebeldes, apadrina un acuerdo de estas características.
La cooperación ruso-turca en el conflicto sirio se había reanudado en junio tras meses de crisis, permitiendo imponer un cese el fuego en Alepo y la evacuación de civiles y de combatientes de los últimos barrios insurgentes de esa metrópolis arrasada por la guerra.
Según Rusia, el alto el fuego ha sido aprobado por «las principales fuerzas» de la insurgencia. En total, siete grupos rebeldes, entre ellos el poderoso Ahrar al Sham, han dado luz verde al acuerdo.
Negociaciones en Astana
«Se han firmado tres documentos: el primero entre el gobierno y la oposición armada sobre el cese el fuego en el conjunto del territorio sirio», el segundo sobre las medidas para supervisar el respeto de la tregua y el tercero, que es «una declaración sobre la voluntad (de las partes) de lanzar negociaciones de paz», indicó el jueves Putin.
El nuevo alto el fuego, calificado de «oportunidad histórica» por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, deberá abrir la puerta a nuevas negociaciones de paz previstas en enero en la capital de Kazajistán, Astana.
Ese encuentro precederá a las negociaciones intersirias auspiciadas por la ONU, previstas el 8 de febrero en Ginebra.
Astana «no es una alternativa a Ginebra», insistió el ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, sino «una etapa complementaria».
Calificada de «cáncer a escala mundial» por Antonio Guterres -que sucederá el 1 de enero al secretario general de la ONU Ban Ki-moon-, la guerra en Siria ha provocado la muerte de más de 310.000 personas y ha llevado a millones al exilio o al desplazamiento interno desde marzo de 2011.