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Este 23 de agosto se marca en el calendario salvadoreño una de las pocas victorias de lucha ambiental enfrentadas en el campo jurídico, y es que Sonia Sánchez de 41 años de edad y habitante del cantón El Porvenir de Santo Tomás, al sur de San Salvador, ganó una demanda impuesta por la constructora Grupo Roble.
Sánchez, es una reconocida ambientalista que alzó la voz en contra de la depredación ambiental que está realizando la empresa constructora, en la zona de Santo Tómas.
La Empresa constructora, no contenta con las acciones de la líder, la demandó junto a otros tres líderes más por actos de disturbios, y el tribunal los absolvió.
El Grupo Roble la acusó por segunda vez por los delitos de calumnia y difamación, alegando que Sánchez había mentido al asegurar que la tala de árboles ocasionada en la zona dañaría gravemente el medio ambiente.
La empresa exigía una indemnización de 25 mil dólares y una disculpa pública, no obstante, el veredicto del juez fue contundente ante los argumentos y evidencias presentadas por la defensa y decidió liberar y exonerar a Sonia Sánchez de los delitos que se le estaban imputando.
Al finalizar los alegatos, el viernes 19 de agosto, los abogados de la empresa solicitaron una conciliación y negociación, “pero les dije que no iba a conciliar porque el juez ya tenía elementos suficientes para absolverme o condenarme”, expresó Sánchez.
Además, agregó que “en un primer momento me decían que pidiera algo a cambio para su comunidad, después de casi horas de trabajo el juez dijo que conciliáramos, pero yo no quise, me siento satisfecha de ganar una lucha contra esta constructora, es lamentable que a veces los derechos humanos no nos apoyen, el poder lo tiene el pueblo cuando en verdad nos unimos por una casa justa”.
En marzo de 2015, la empresa constructora inició la tala de 1, 311 árboles en su mayoría milenarios y un promedio de 24, 051 arbustos o árboles de menor tamaño, en un terreno de 201, 688.89 metros cuadrados para construir 416 viviendas.
Este desastre ambiental motivó a Sonia Sánchez y a los pobladores de la zona a emprender una fuerte lucha de denuncia y movilización contra el proyecto residencial antes llamado “Brisas de Santo Tomás” hoy “Sierra Verde”.
Ante la liberación de la ambientalista, Ricardo Navarro, titular del CESTA, que ha acompañado este proceso, expresó: “nos sentimos muy contentos en que la justicia haya estado en el lado correcto de las cosas, y me refiero a la justicia de los tribunales, la compañera Sonia Sánchez simplemente ha actuado en función de defender la vida de la gente de Santo Tomás”.
Él ambientalista agregó que le parece torpe que el Grupo Roble haya querido destruir económicamente a Sonia Sánchez por una capital de 25 mil dólares, “no es posible que los abogados de los demandados cometan estupideces”.
Desde que inició el proceso judicial en el Tribunal Primero de Sentencia en el Centro Judicial Isidro Menéndez más de 20 organizaciones feministas y de derechos humanos acompañaron a Sánchez.