Telesur
Organizaciones ambientalistas y comunidades de El Salvador y de Guatemala salieron el viernes a protestar en las cercanías del lago Güija, contra la explotación de una mina que funciona en territorio guatemalteco y contamina los mantos acuíferos de la zona.
Los salvadoreños de la zona fronteriza entre ambos países embarcaron en lanchas por el lago. A mediados del trayecto, se encontraron con ambientalistas guatemaltecos que también se manifestaban por la misma causa.
De acuerdo con los pobladores, la minería del Cerro blanco está afectando a la comunidad, pues está contaminando el agua del Güija. La manifestación tuvo lugar en el marco de la celebración este viernes del Día Mundial de la Tierra.
La pobladora María Sifuentes dijo que su municipio Asunción Mita es un sitio que ha sido rico en agua, ganado y siembras. “No queremos que este nuevo modelo de proyecto minero termine con el agua de Asunción Mita”, declaró.
El dirigente de la Alianza Centroamericana Frente a la Minería, Pedro Cabezas, precisó que desean que El Salvador y Guatemala tomen conciencia sobre el impacto de la minería metálica, en especial del proyecto Cerro Blanco.
Para la extracción del oro en la mina Cerro Blanco, es necesario utilizar enormes cantidades de agua y cianuro para su extracción de la piedra, pues este metal no se encuentra como pepitas, sino como partículas incrustadas en la piedra.
Estas formas de extracción ponen en riesgo la vida humana, vegetal y animal, ya que el cianuro contamina por más de 50 años y existen estudios que dicen puede durar más de 70 años.
En el Salvador la minería metálica quedó prohibida cinco años atrás. Sin embargo, las zonas trasfronterizas entre ambos países tienen más de 40 áreas de interés minero que, si se desarrollan, contaminarían las principales fuentes de agua de los salvadoreños.
El lago Güija es un cuerpo de agua dulce de 45 kilómetros cuadrados de superficie que comparten El Salvador (74 por ciento de su extensión) y Guatemala (26 por ciento de su extensión).
La mina Cerro Blanco está en Asunción Mita, Guatemala. Los efectos extractivos dañarán el río Ostúa que se conecta con el lago de Guija y este desemboca al río Lempa, principal abastecedor de agua potable para El Salvador.
Pese a que el Gobierno asegura que la explotación de la mina no provocará contaminación en la zona, la Mesa Nacional contra la Minería destaca que tiene pruebas científicas que demuestran lo contrario.
Algunas de las organizaciones participantes fueron el Colectivo Madre Selva de Guatemala y la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) y Asociación para el desarrollo de El Salvador, de este otro país centroamericano.