Telesur
El movimiento de chalecos amarillos arribó este sábado a su 42 semana de protestas consecutivas en Francia, sumándose a las manifestaciones antiglobalización que se suceden en el país europeo en el marco de la cumbre del G7.
Miles de personas se han sumado a las protestas de esta jornada, en lo que definieron como una contracumbre en rechazo al cónclave de los líderes mundiales.
Las concentraciones más numerosas se registraron en Hendaya (Francia) e Irún (España), en la frontera franco-española a 30 km al sur de la ciudad de Biarritz, sede del G7. Allí participaron entre 9.000 y 15.000 personas y no se reportaron incidentes, consignan agencias internacionales.
En la localidad francesa de Bayona, otras miles de personas marcharon por el centro de la ciudad desafiando un fuerte operativo policial que se desplegó para impedir el paso hacia Biarritz, ubicada a pocos kilómetros de distancia. En este marco, se produjeron choques entre manifestantes y cuerpos de seguridad en los alrededores del puente Saint Espirit.
Los policías impidieron el avance de la protesta con carros hidrantes y gases lacrimógenos, y se produjo un número indeterminado de detenciones.
En total el dispositivo de seguridad francés para la cumbre del G7 de Biarritz está formado por 13.200 policías y gendarmes. Asimismo, del otro lado de la frontera, España tiene movilizados al Cuerpo Nacional de Policía y las policías autonómicas vasca y navarra.
Entre las principales reivindicaciones de los manifestantes están mensajes en contra de las políticas económicas y climáticas aplicadas por los países más industrializados del mundo, la defensa de los derechos homosexuales y la causa Palestina, entre otras.
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