MEXICO/Xinhua
Ante el avance de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en América Latina, en algunas regiones no sólo se planea cómo contener el virus o sacar adelante la economía, ahora ya también se debate qué hacer con tantos muertos.
El alcalde de la ciudad brasileña de Sao Paulo, Bruno Covas, anunció que la urbe más grande de Sudamérica se prepara para «el peor momento» de la crisis de la enfermedad, ante lo cual se realizó un plan de emergencia para evitar el colapso del sistema funerario.
«No podemos repetir situaciones como las que se registraron en Guayaquil, en Ecuador, o en Nueva York, Estados Unidos», dijo Covas al anunciar el aumento de los servicios funerarios en la ciudad de Sao Paulo.
El objetivo, dijo, es tener capacidad para abrir 13.000 lugares en los cementerios municipales y ampliar la capacidad de operaciones de los servicios de sepelios para evitar el colapso. Por lo pronto, Covas agregó que para hacer frente a la situación se compraron 15.000 bolsas para cadáveres.
Los casos confirmados en Brasil de pacientes infectados con la enfermedad aumentaron a 49.492, mientras que la cifra de muertos se elevó a 3.313, con una tasa de letalidad de 6,7 por ciento.
En Río de Janeiro, con los hospitales al límite de su capacidad y los profesionales sanitarios exhaustos por el incansable trabajo que realizan para curar a pacientes infectados, el gobierno regional recurrió a voluntarios para enfrentar la epidemia.
Más de 26.600 personas ya se inscribieron en el programa de la Secretaría de Salud de Río de Janeiro para ayudar de forma voluntaria en el combate al COVID-19 en los hospitales públicos.
La Agencia Nacional de Aviación Civil autorizó que aviones de pasajeros transporten a personas contagiadas con el COVID-19, siempre y cuanto el traslado no ponga en peligro la seguridad del vuelo y de terceros.
Por lo pronto, el Consejo Federal de Medicina publicó un parecer oficial en el que establece los criterios y condiciones para la prescripción de cloroquina e hidroxicloroquina en pacientes con diagnóstico confirmado del COVID-19.
Ambas drogas son utilizadas habitualmente en el tratamiento de la malaria, la artritis reumática y el lupus, entre otras enfermedades.
En Perú, con 20.914 casos y 572 muertos, el gobierno amplió el estado de emergencia hasta el próximo 10 de mayo para controlar la expansión de la pandemia y evitar un rebrote del virus.
«Siendo conscientes de que esta enfermedad nos obliga a no bajar la guardia, también nos obliga a tomar decisiones siempre pensando en el bien del país y lo más importante es su gente, es la salud de los peruanos y las peruanas», sostuvo el presidente Martín Vizcarra.
La ampliación de las medidas restrictivas, que incluyen un aislamiento social obligatorio (toque de queda), también busca estar preparados para sobrepasar la curva epidemiológica de esta pandemia, el pico más alto.
En Colombia se dio a conocer que 45 personas resultaron contagiadas con la enfermedad en la clínica psiquiátrica Nuestra Señora de la Paz ubicada en la capital Bogotá.
La directora de Epidemiología del Ministerio de Salud, Sandra Girón, dijo que a raíz del contagio fueron cerrados los servicios de consulta externa en esa clínica y sólo se atenderán urgencias.
Por su parte, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, dijo que el Gobierno trabaja en la expedición de 11 protocolos adicionales para aplicar en las actividades específicas que se reactivarán de manera gradual desde el próximo lunes en el país, donde se reportan 4.561 casos, con 215 muertos.
En Ecuador, donde se reportan 560 muertes y 11.183 contagios, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, señaló que se está trabajando en cómo va a ser «la transición del aislamiento social a la distancia» para reanudar las actividades en las oficinas, en el transporte, en la calle y espacios públicos para una siguiente etapa, después de más de un mes de cuarentena.
Indicó que durante la cuarentena, la principal tarea ha sido «no salir, quedarse en casa; ahora, tendremos que pasar en las próximas semanas, dependiendo qué provincia, que cantón, del aislamiento a la distancia».
«Cuando se reanuden algunas actividades lo que tendremos es la precaución de menos personas en los lugares, aforos más pequeños, en la calle mantener mayor distancia», apuntó tras señalar que esto va a exigir organización.
En Chile, con 11.812 casos, de los cuales han muerto 168, el Ministerio de Salud informó que proyectan llegar a 4.263 ventiladores mecánicos disponibles en el país a mediados de junio, para asistir a los pacientes críticos con el COVID-19.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, explicó que se han registrado brotes del COVID-19 en comunidades de migrantes que viven hacinados, quienes podrían ser «trasladados a sitios donde puedan hacer de forma más adecuada y protegida su periodo de cuarentena».
El gobierno pidió hace algunos días a los ciudadanos adoptar una «nueva normalidad» y dijo que ha comenzado a trabajar en un plan para que los estudiantes retomen las clases presenciales en mayo; sin embargo, aún existen dudas acerca de la viabilidad de la medida.
En Cuba, de acuerdo con el Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología, la curva epidémica en la ínsula indica que el número de casos seguirá creciendo durante las próximas cuatro semanas y luego decrecerá progresivamente.
Por ello se valora el aislamiento por zonas y barrios en función del número de contagios, y será aplicable a unidades cerradas, instalaciones de vida interna, localidades o poblados aislados, donde sea factible la limitación de entradas y salidas, anunció la entidad.
Las autoridades cubanas de Salud reportaron este jueves 1.235 casos, con 43 fallecidos.
Bolivia vive una semana decisiva para definir el futuro de la cuarentena que inició el 22 de marzo pasado y deberá concluir el próximo 30 de abril, afirmó el ministro de la Presidencia del gobierno interino apoyado por la oposición, Yerko Núñez.
Señaló que a una semana de cumplirse la vigencia de la cuarentena por el COVID-19, el gobierno interino considera cruciales estos últimos siete días para decidir si amplía, flexibiliza o radicaliza el estado de emergencia sanitaria en el país, donde hay 672 contagiados, con 40 muertos.
Por lo pronto, el Comité de Defensa de la Actividad Turística de Bolivia propuso una serie de medidas concretas de reactivación económica para todo el sector, de manera integral, en una carta dirigida al gobierno interino.
Finalmente, en República Dominicana se reportaron 5.543 casos, con 265 muertes, mientras que en Costa Rica las cifras llegaron a 687 contagiados y seis fallecidos, y en Panamá a 5.166 casos, de los cuales 146 murieron.