Santiago/AFP
Paulina Abramovich
Después de dos años de contracción, América Latina volvió a crecer en 2017 (1,3%), mientras que el próximo año el PIB regional experimentará una «moderada recuperación» de 2,2%, impulsado por un contexto internacional más favorable, el consumo privado y la inversión, estimó la Cepal.
La ansiada recuperación regional -después de la contracción de 1% de 2016- se consolidará el próximo año, aunque aún de manera «lenta y moderada», a la par de una economía global que se expandirá a tasas cercanas a las de 2017 (en torno al 3%) y un mayor dinamismo de las economías emergentes frente a las desarrolladas, de acuerdo al reporte anual de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), difundido en Santiago.
El impulso favorecerá a Brasil, la mayor economía regional, que crecería un 2% después de la leve expansión de 2017 de un 0,9%, dejando atrás años negros para su economía, en medio de una aguda crisis política y económica, de la mano del crecimiento de sus exportaciones, que este año registrarán un alza del 17%.
Sin embargo, advierte la Cepal, «los indicadores de demanda y producción todavía no muestran un cuadro de recuperación sostenido. El consumo y las inversiones aún mantienen niveles por debajo de los observados en 2014, antes de la crisis, y la inversión pública sufrió una significativa reducción».
Venezuela profundizó en 2017 la caída de su PIB, con un desplome del 9,5%, que se espera se modere ligeramente el próximo año, con una caída estimada de 5,5%.
Durante este año, el PIB de la economía venezolana se reducirá por cuarto año consecutivo, lo que supone una contracción acumulada del 31,9% respecto a 2013. De igual forma, en 2017 el país completó el cuarto año con tasas de inflación de más de dos dígitos y el segundo con tasas superiores al 300%, de acuerdo a la Cepal, un organismo técnico de las Naciones Unidas.
Panamá seguirá liderando el crecimiento regional, con una expansión de 5,3% en 2017 que se incrementará a 5,5% en 2018, seguida de República Dominicana (5,1%) y Nicaragua (5,0%).
Otros países que venían creciendo a tasas moderadas registrarán en 2018 una aceleración de la actividad económica, como Chile (2,8%), Colombia (2,6%) y Perú (3,5%). Bolivia – que ha destacado por su dinamismo económico en los últimos años, registrará un alza de su PIB de 3,9%. México anotará una expansión de 2,4%, mientras que Argentina lo hará en 2,2%.
– Recuperación de las materias primas –
Motor de las economías de Latinoamérica, las materias primas recuperaron valor durante este año, impulsando con ello a las exportaciones regionales, que en 2017 volvieron a crecer por primera vez después de cuatro años de caídas, a una tasa cercana al 11%.
«Detrás del comportamiento de las exportaciones se encuentran los mejores precios de las materias primas y una recuperación no solo de la actividad y el volumen de comercio mundial, sino también del comercio intrarregional», explica la Cepal.
Las importaciones regionales crecieron un 8%, en relación a 2016.
Respecto del valor de las materias primas, tras caer un 4% el año pasado se espera que 2017 cierren en promedio un 13% por arriba, por mayores alzas en los productos energéticos (que en 2016 cayeron más pronunciadamente) y en los metales y minerales, que se mantendrían altos en 2018 de no mediar conflictos de carácter geopolítico.
Adicionalmente, la Cepal espera que la demanda interna juegue un papel importante en la aceleración del crecimiento en 2018.
Si bien el consumo privado siguió siendo en 2017 un motor de la demanda interna, se espera que en 2018 la inversión tenga un mayor aporte.
No obstante, pese a la recuperación económica, el desempleo urbano de América Latina y el Caribe aumentó de un 8,9% en 2016 a un 9,4% en 2017.