MEXICO/Xinhua
América Latina vivió una semana de altibajos en su lucha contra la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19); algunos países de la región tuvieron que extender las cuarentenas para contener la propagación del virus, mientras otros flexibilizaron las medidas para tratar de reanimar la alicaída economía, aún con el costo de enfermos y muertos por la pandemia.
En Brasil, con 14.659.011 contagios y 403.781 muertos hasta este viernes, el estatal Instituto Butantan comenzó el miércoles a fabricar el primer lote de 18 millones de dosis de la ButanVac, primera vacuna brasileña contra el coronavirus, aunque sin la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), el ente regulador. El ministro brasileño de Salud, Marcelo Queiroga, dijo hoy viernes durante una rueda de prensa junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es posible tener vacunada contra la COVID-19 a toda la población de Brasil a finales de 2021, pues “tenemos suficientes dosis para el segundo semestre”.
Aunque reiteró “nuestro llamado a quienes tengan dosis extra de la vacuna para que las compartan con Brasil y podamos contener la fase crítica de la pandemia y evitar la proliferación de nuevas variantes del virus”.
Por lo pronto, el Ministerio de Salud anunció el jueves la distribución a todos los estados del país de más 864.000 unidades de medicamentos para la intubación orotraqueal para los pacientes que están en tratamiento por la enfermedad.
Finalmente, el gobierno de Brasil decidió el martes incluir a mujeres embarazadas y en período de posparto como grupo prioritario para recibir la vacuna contra la COVID-19.
En Argentina, con 2.977.363 casos y 63.865, el presidente Alberto Fernández anunció este viernes que las medidas de distanciamiento social, preventivo y obligatorio establecidas para contener la enfermedad se extenderán hasta el próximo 21 de mayo.
“La situación no se encuentra de ninguna manera resuelta. La cantidad de casos es realmente muy elevada”, señaló el mandatario argentino en un mensaje desde la Casa de Gobierno, en la ciudad de Buenos Aires, donde exhortó a los habitantes a redoblar las medidas de prevención y evitar la circulación para disminuir los contagios.
Y no es para menos, en estas últimas semanas Argentina ha registrado récord de casos y muertos por la COVID-19. El jueves, el país sudamericano reportó la cifra diaria más alta de decesos desde que se registró el primer caso en el país, el 3 de marzo de 2020, tras contabilizar 561 muertes en un día.
Por lo pronto, el ministro de Turismo y Deportes de Argentina, Matías Lammens, ratificó el miércoles la continuidad del fútbol profesional en el país pese al aumento de contagios de la COVID-19.
“(El fútbol) es una manera de que la gente tenga algo para entretenerse en las casas, lo ha dicho el presidente Alberto Fernández, sabiendo que es el deporte que más conmueve a los argentinos y genera una gran pasión en todo el país”, resaltó.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el lunes que no existen indicios en el país que sugieran el advenimiento de una tercera ola de propagación de la enfermedad del nuevo coronavirus, pero convocó a la población a mantener las medidas de protección.
El martes, el mandatario conversó por teléfono con su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, al que agradeció su respaldo en el combate a la enfermedad.
“Le agradecimos por el apoyo que hemos recibido de enfermeras y médicos de ese país para enfrentar la pandemia”, indicó López Obrador en su cuenta de Twitter y agregó que “México y Cuba son pueblos hermanados por la historia y la solidaridad”.
Desde Moscú, capital de Rusia, se conoció que México comenzará la producción de la vacuna rusa Sputnik V contra la COVID-19 a partir de mayo. “México sigue siendo el primer y único país de América del Norte en haber registrado la vacuna rusa Sputnik V”, dijo el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, en una conferencia de prensa después de las conversaciones con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien realizó una vista a Moscú.
Chile, con 1.198.245 casos y 26.353 defunciones, vive momentos críticos por el coronavirus pese a que a la fecha es el segundo país del mundo con mayor porcentaje de población completamente vacunada contra la COVID-19 (32 por ciento), según destacó el miércoles el ministro de Salud, Enrique Paris, sobre las cifras informadas por la publicación Our World in Data.
Este viernes, Chile volvió a notificar más de 7.000 contagios diarios de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) pese a una baja esta semana, al registrar en 24 horas 7.199 casos, hecho que no se reportaba desde el 23 de abril, cuando registró 7.525 en una jornada.
El gobierno chileno levantó el jueves el confinamiento en 10 comunas de la región Metropolitana de Santiago (centro), donde vuelven a abrir centros comerciales además de gastronómicos y solo regirán las cuarentenas los fines de semana.
El pasado lunes, el Ministerio de Salud dio a conocer que en mayo se renovará el cierre de las fronteras, medida que arrancó el 5 de este mes.
Por su parte, el ministro de Economía, Fomento y Turismo de Chile, Lucas Palacios, destacó el jueves que la gastronomía se reactivará en la región Metropolitana tras la reapertura de 20.000 restaurantes por el fin del confinamiento en 10 comunas de la capital chilena, luego de un mes en cuarentenas.
Por lo pronto, el Ministerio de Salud de Chile instó también esta semana a las embarazadas a vacunarse contra la enfermedad del nuevo coronavirus, tras aprobar la inoculación de este grupo de mujeres en el país sudamericano.
En Ecuador, con 381.862 contagios y 13.480 decesos en poco más de un año de pandemia en el país, la provincia más castigada por la COVID-19 a nivel nacional sigue siendo Pichincha (centro norte), que en las últimas 24 horas registró 595 contagios, de los cuales 525 corresponden a su capital Quito, epicentro de la pandemia en la nación.
El gobierno trasladó a este viernes el feriado del 1 de mayo en conmemoración del Día Internacional del Trabajo, por lo que el país vive un feriado de tres días, el cual se desarrolla en medio de un estado de excepción vigente desde el pasado 23 de abril en 16 de las 24 provincias que registran un alto índice de contagios.
Se trata del segundo fin de semana de encierro en las 16 provincias, donde la Policía está facultada para ingresar a domicilios y disolver fiestas clandestinas o reuniones que están prohibidas.
El jueves, las autoridades reportaron una reducción de la presión hospitalaria y de las inconductas ciudadanas gracias al estado de excepción, el cual regirá hasta el 20 de mayo próximo, e incluye un toque de queda nocturno, la prohibición de realizar reuniones y un confinamiento total los fines de semana.
Y precisamente el lunes, el ministro de Gobierno de Ecuador, Gabriel Martínez, informó que 176 personas fueron detenidas por incumplir el fin de semana un confinamiento total, dentro del estado de excepción para frenar el aumento de casos de la COVID-19.
A la par, el país avanza de manera acelerada con su plan nacional de vacunación contra la COVID-19 iniciado el pasado 21 de enero con grupos prioritarios y ancianos, afirmó esta semana el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno.
“¡Este fin de semana superaremos el millón de vacunas aplicadas!”, indicó el presidente en su cuenta de Twitter, quien se ha fijado como meta inocular a dos millones de personas hasta el 24 de mayo cuando termina su mandato.
En Cuba, con 106.707 infectados y 644 fallecidos, se informó este viernes que la isla cerró abril como el peor mes de la pandemia, al reportar este viernes otros 1.046 contagios y 12 fallecidos en una jornada. La Habana es el principal territorio de contagio en la isla con 675 confirmados la última jornada y una tasa de incidencia de 440,1 por cada 100.000 habitantes, la más alta de Cuba, en que 10 de los 15 municipios habaneros están entre los 12 que acumulan el 47 por ciento del país.
Cuba enfrenta una tercera ola de contagios que obligó a volver a aplicar en todo el país medidas como la suspensión presencial del curso escolar, así como el cierre de lugares públicos como casas de renta y hoteles, además de bares y restaurantes.
Las autoridades determinaron por ello desde inicios de febrero el aislamiento de los viajeros que llegan al país, quienes deben presentar una prueba negativa a la COVID-19, realizada 72 horas antes del arribo a Cuba.