Por Salam Faraj/Bagdad/AFP
Las fuerzas iraquíes atacaron este jueves a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en dos frentes importantes en el marco de una amplia ofensiva para reconquistar Ramadi (oeste) y Baiji (norte).
La región de Baiji, shop situada a 200 kilómetros al norte de Bagdad, es un punto de control esencial para garantizar el éxito de las operaciones contra el EI en sus principales bastiones del norte y el oeste, según oficiales de alto rango del ejército iraquí.
Comandantes del ejército iraquí aseguraron este jueves haber tomado la mayor refinería del país, situada en esa zona, escenario de combates ininterrumpidos desde que el EI conquistó amplias franjas de territorio en Irak, el año pasado.
Las fuerzas armadas y sus aliados paramilitares de las Unidades de Movilización Popular, dominadas por combatientes chiitas apoyados por Irán, hicieron, sin embargo, declaraciones contradictorias sobre la conquista de esa refinería.
Algunos oficiales afirmaron que las instalaciones fueron liberadas por completo, y otros se mostraron más cautos, indicando que las fuerzas gubernamentales aún no las controlaban totalmente.
La refinería, que llegó a producir hasta 300.000 barriles de petróleo al día -el consumo de la mitad del país-, sufrió daños por los combates y su interés ya no es tan estratégico como antes.
La región de Baiji sí que tiene una importancia crucial, ya que se encuentra en un cruce entre varios frentes importantes en Irak. Las fuerzas iraquíes tratan de avanzar en esa zona para cortar las líneas de abastecimiento del EI.
«Hemos logrado cortar las vías de abastecimiento e impedir la comunicación de los combatientes de Daesh (acrónimo en árabe del EI)» entre Tikrit y Al Sharqat, al norte de Bagdad, y Al Anbar, al oeste, afirmó un general iraquí.
Preparados para Ramadi
Las tropas de Bagdad tienen como objetivo otro bastión clave, la ciudad de Ramadi, capital de la provincia occidental de Al Anbar. El miércoles, varios oficiales aseguraron que pronto lanzaran la ofensiva para reconquistar esa localidad.
En las últimas semanas, las fuerzas de seguridad iraquíes han avanzado poco a poco hacia Ramadi, con la ayuda de los bombardeos de la coalición dirigida por Estados Unidos.
Los yihadistas conquistaron en mayo esa ciudad, situada a 100 kilómetros de Bagdad, infligiendo al ejército iraquí una de sus mayores derrotas.
El primer ministro Haider al Abadi prometió retomar la ciudad «en unos días», pero las defensas del EI y las altas temperaturas del verano frenaron al ejército, que se vio obligado a efectuar varias «pausas operativas».
«Creemos que las fuerzas iraquíes están ahora preparadas para conquistar la ciudad», afirmó el miércoles el coronel Steve Warren, un portavoz estadounidense de la coalición en Bagdad, que calculó que entre 600 y 1.000 yihadistas del EI siguen atrincherados en Ramadi.
De momento, las tropas iraquíes tomaron posiciones en el norte de Ramadi, en Albu Farraj. Los bombardeos de la coalición impidieron este jueves dos ataques suicidas en esa zona, según el comandante en jefe de las operaciones en Al Anbar, el general Ismail Mahalawi.