Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
Rolando Alvarenga
Con más pena que gloria, help 2015 fue un año que reconfirmó la triste realidad de que El Salvador se está quedando sin atletas de alta competencia y cada vez, aquella famosa promoción que fabricó el INDES de Enrique Molins, entre 1998 y 2002, se va volviendo un nostálgico recuerdo de la última época dorada del deporte cuscatleco.
Las causas de la extinción son un resto, empezando por las económicas, siguiendo por las malas administraciones federativas, pasando por la falta de estímulos integrales para los atletas y sin dejar por fuera a un 95 por ciento de entrenadores que hace años toparon y todavía siguen “trabajando estérilmente” ¿Hasta cuándo?
Asimismo, el INDES aporta la plata, pero no exige frutos de atletas para la alta competencia a las federaciones. Y las federaciones siempre sostienen que el pisto no alcanza, pero no son capaces de trabajar control de calidad y nunca aterrizan.
Y el “comité de la torre” ni se diga; hace su trabajo a medias, se rebusca, pero sin el fortalecimiento integral que demanda la creación de un atleta para triunfar en la alta competencia.
Por lo anterior y en el transcurso de los últimos diez años, los atletas más destacados de El Salvador -que han logrado estatus olímpico- han naufragado, sin que el “célebre comité” haya tenido el talento para retener a los pocos atletas que un día estuvieron en los Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012. Atletas cuya mayoría estaría cerrando este año sus trayectorias.
Entres estos están: Camila Vargas(Remo); Luisa Maida (Tiro); Verónica Colindres (marcha) Salvador Mira (marcha); Franklin Cisneros (judo); Rafael Arévalo (tenis) y Mario Contreras (Ciclismo). También, en los casos más recientes, están: el marchista Emerson Hernández; el judoca Carlos Alarcón, la semifondista Nataly Landaverde y la nadadora Pamela Benítez.
En ellos se ha invertido una impresionante suma de recursos económicos locales e internacionales, pero lamentablemente no se ha llegado a capitalizar su valiosísima experiencia de tantos años de trabajo. Es por eso que en el 2015, tras el panorama antes expuesto, asistimos a los funerales de los pocos atletas que van quedando, sin que se vea el relevo generacional a corto y mediano plazo. Triste y dura realidad: ¡Se acaban los grandes atletas!
Y no se menciona a la marchista Cristina López porque se quedó corta y con las ganas a la hora de buscar los boletos olímpicos para los juegos antes mencionados. Y todo apunta que tampoco estará en Río 2016 y cada vez se va diluyendo más y más, con respecto a la Cristina Panamericana de 2007. La única guerrera y presente en estos juegos y los del 2004 en Atenas ha sido la ciclista Evelyn García, gracias a un aceptable apoyo que no le ha permitido pinchar.
