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Un año difícil, pero con esperanza

Hacer un recuento de lo que se hizo y no se hizo es relativamente fácil y necesario, sobre todo si se piensa en el futuro. Lo que no debe hacerse, ni mucho menos complicarse es en pensar en lo que pudo haberse hecho, pues, como se dice popularmente “no hay que llorar sobre la leche derramada”.

Mas bien lo pertinente es, tras el balance, planificar cómo superar los yerros que nos permitan salir al frente, y si hay que dar golpe de timón, como se suele decir, hay que hacerlo.

Y es lo que debe hacer, por cierto, nuestro Gobierno, dado que la derecha le construyó un escenario difícil, tanto en las finanzas como en la situación política y social.

El Gobierno termina con un pequeño ajuste en sus finanzas luego que, tras intensas negociaciones, la derecha le aprobó en la Asamblea Legislativa 550 de los 1,200 millones de dólares en bonos, requeridos para terminar el año fiscal 2016 e iniciar sin sobresaltos el siguiente año.

Sin duda la derecha, que no se ha detenido ni se detendrá en su plan desestabilizador, ha salido también derrotada en 2016, ya que no logró hacer sucumbir al Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, y no lo puso de rodillas como hubiese querido.

ARENA, la derecha empresarial y la Sala de lo Constitucional han golpeado al Gobierno por la vía del financiamiento, pero no han logrado su cometido.

Los medios de comunicación también han hecho lo suyo, en cuanto a reforzar el discurso de ARENA, en el sentido de hacer creer que la crisis fiscal se debe a la “ineficiencia y la incapacidad” y no al boicot sistemático, en el financiamiento, contra el Gobierno.

Y es que el pueblo debe tener claro que la crisis de caja que valientemente anunció el Presidente Sánchez Cerén se debe principalmente a la declaratoria de inconstitucionalidad de los 900 millones en bonos por parte de la Sala de lo Constitucional y a la negativa de ARENA de aprobar la emisión de 1,200 millones para cubrir los 900 que la Sala anuló y el resto para cubrir el déficit fiscal del periodo.

En el año que termina también la derecha logró reagruparse en la Asamblea Legislativa. Algunos creen que es producto de un trabajo de la Embajada de los Estados Unidos. Cierto o no, el reagrupamiento de la derecha es una realidad, por lo que el Gobierno deberá modificar su estrategia a partir de 2017.

El reagrupamiento de la derecha inició con el caso del general Atilio Benítez Parada, embajador de El Salvador en Alemania, para procurar su antejuicio y desaforarlo. Lo curioso es que todos los diputados de derecha decidieron en contra del militar.

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