Dos mil diecisiete, nuevo año,
año de esperanzas en busca de paz;
tiempo en el que esperamos subir un escaño
en el gran ascenso a la prosperidad.
Esperamos que en mi amado El Salvador
reinen la paz, el bienestar, la comprensión
y que nazca un acendrado amor
desde lo más profundo del corazón.
Que el nuevo año nos haga despertar
en una bella aurora de felicidad,
y así alegres podamos reflexionar
sobre el concepto de confraternidad.
Año nuevo, época de renovar
una vida plena de metas logradas,
de satisfacciones y de bienestar
de concretizar pasiones soñadas.
Que el deber, la justicia, la inclusión social
prevalezcan este año, también los siguientes,
y que Dios siempre nos aleje del mal,
y seamos personas benevolentes.
Dos mil diecisiete será año hermoso,
colmado de dicha y prosperidad;
un año alegre de fe y de gozo,
donde no habrá odio ni fiera maldad.
En El Salvador habrá cosas buenas;
y en la familia, amor, comprensión;
y las gentes caminaremos serenas
de noche y de día, llenas de emoción.
Progreso, trabajo y justos salarios
siempre los habrá en este año nuevo.
Eso esperamos, y los funcionarios
se comportarán sin morder el cebo.
¡Feliz Año Nuevo!
Colonia Las Flores, Soyapango, domingo 1 de enero de 2017.
Por CARLOS ALBERTO SAZ