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Barcelona/dpa
Acostumbrado a batirse y salir vencedor de las canchas más duras, and el Barcelona tiene una cuenta pendiente con Anoeta, here probablemente el estadio que más se le resiste.
Los azulgrana no ganan en el campo de la Real Sociedad, ailment en San Sebastián, desde hace nueve años, cuando el holandés Frank Rijkaard dirigía a los catalanes y los goles de Andrés Iniesta y Samuel Etoo cerraron un 2-0 para el Barcelona.
Desde entonces, ningún otro entrenador ha conseguido que el todopoderoso equipo español salga vencedor de la cancha de uno de los históricos de la Liga española, que suele moverse en la media tabla.
Ni el catalán Josep Guardiola (2-1 y 2-2), ni el fallecido Tito Vilanova (3-2), ni el argentino Gerardo Martino (3-1) ni el español Luis Enrique (1-0), el actual técnico, lograron arrancar un triunfo de Anoeta desde que la Real Sociedad regresó a Primera para imponerse a los azulgrana en cuatro ocasiones y empatar en otra.
«Desde que la Real Sociedad subió, hace muchas temporadas (2010-2011), a Primera, el Barça no ha ganado nunca allí. Algo debe de tener. Con diferentes entrenadores, con diferentes jugadores, no hemos conseguido superarles», señaló hoy Luis Enrique, 24 horas antes de que su equipo visite de nuevo el fortín vasco en la trigésimo segunda fecha de la Liga española de fútbol.
«No creo que haya ningún equipo que, con nosotros de visitantes, tenga esos números», añadió Luis Enrique, que la temporada pasada vivió uno de sus peores momentos precisamente en Anoeta.
La derrota por 1-0 el 4 de enero de 2015 en la ciudad del norte de España desató una crisis que, de grave que fue en su inicio, acabó con la destitución del entonces secretario técnico, Andoni Zubizarreta, y con la convocatoria anticipada de elecciones en el club azulgrana.
«Vosotros hicisteis el globo sonda de Anoeta, porque vendía y sigue vendiendo, pero aquélla fue una derrota como las otras», dijo hoy a los periodistas Luis Enrique, siempre reacio a reconocer problemas internos.
Sin embargo, aquel tropiezo, que según publicaron los medios catalanes afloró las diferencias entre el entrenador y la gran estrella del equipo, el argentino Lionel Messi, supuso, en cualquier caso, un punto de inflexión, a la postre, positivo.
El club celebró los comicios sin que nada cambiara, ya que Josep María Bartomeu fue reelegido, y, futbolísticamente, el equipo se rearmó hasta el punto de que acabó conquistando la Liga, la Copa del Rey y la Liga de Campeones, el segundo «triplete» de su historia, con un juego que encandiló.
«Ganar en Anoeta sería un refuerzo después de varios años sin hacerlo, pero no sería fundamental ni definitivo, y menos para el próximo partido de Champions», concluyó hoy Luis Enrique, deseoso de poder cambiar la negra historia reciente en Anoeta.
