Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Debido a la crisis en los precios de la canasta básica, el Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA) propone la producción de alimentos locales, por ello, es importante que la zona urbana se sume al esfuerzo de la producción de huertos caseros, los cuales pueden ser de forma vertical y en los espacios disponibles.
Laura Mejía, coordinadora del programa Cero Basura del CESTA, explicó que actualmente trabajan en fortalecer los huertos en el área rural y disponibilidad en la agricultura diversificada con alto valor nutricional. La idea es tener muchos productos disponibles en la cocina, cultivados en poco espacio.
“Pueden reutilizar materiales y reproducir plantas por medio de retoños, otro de los aspectos importantes es la conservación de la semilla criolla nativa, porque es muy resiliente al cambio climático y muy propia del país. Es importante que los agricultores y pequeños huerteros se sumen al esfuerzo de recuperar la semilla criolla”, sostuvo.
Según Mejía, el país ha sentido los impactos al cambio climático, estos fenómenos son muy cambiantes y afectan la producción, tanto en el aumento de plagas como por la escasez en la producción debido a las inundaciones, por ejemplo, en la zona de Cuscatlán, los cultivos de maíz y granos básicos se perdieron a causa de las lluvias durante el mes de junio.
El CESTA promueve el intercambio de semilla y las ferias agroecológicas, sin embargo, es importante que el gobierno no elimine esos espacios, sino haga más intercambio de producción de alimentos, porque también existe producción local la cual puede ser expuesta, para que la población pueda acceder a un mejor precio.
Dijo que agricultores en la zona sur de San Salvador han logrado vender en el ámbito local, a través de las ferias agroecológicas. La próxima será el 16 de agosto, donde productores de la zona Sur de San Marcos llevarán sus cultivos agroecológicos, foliares, abono, miel con propolio que ayuda a reforzar el sistema inmunológico y enfermedades respiratorias; además, se fomenta el intercambio de semilla.
“En la zona de los huertos han logrado mantener una diversificación de productos, pero tienen el problema de las plagas y enfermedades, por la mucha humedad se generan hongos, insectos que provocan un impacto negativo en la producción”, enfatizó.
Asimismo, consideró que en la parte de los precios de los productos es necesario más vigilancia por la Defensoría del Consumidor, pues algunas pequeñas tiendas se aprovechan y aumentan los costos de los alimentos.
A la vez, expresó que desde hace algunos años el CESTA ha impulsado la agroecología en las comunidades, pero fue en 2015 cuando comenzó la iniciativa de los huertos escolares en diferentes centros educativos, principalmente de San Marcos, aunque ahora se han ampliado en todo el país por el interés de la población.
Los huertos han trascendido de los centros educativos a la comunidad, los primeros interesados en hacer este salto fueron los niños y adolescentes, además, hay un interés de los padres de familia quienes también se han involucrado en los procesos.
«Una de las primeras cosas que se promueven es la separación de los desechos que pueden ser reciclados y toda la materia utilizada para preparar el compostaje en los huertos, entre más material orgánico se le agrega, mayores nutrientes se le provee al suelo”, reiteró.
Un beneficio es que las personas comen alimentos saludables y frescos, solo necesitan cortar los productos, garantizando que no tienen agroquímicos, además, en un mismo lugar se puede cultivar una gran variedad de plantas comestibles, medicinales, aromáticas, y otras traídas de las comunidades rurales, para rescatar las especies en peligro de desaparecer.
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