Juan Antonio Chicas*
La vida en sociedad, es un devenir dinámico que nos va moldeando culturalmente día a día, muchas veces incluso sin que lo percibamos. Cuando nacemos nuestro cerebro es (como planteaba John Locke) una tabula rasa, es decir, sin nada “escrito” en él, y es a medida que vamos creciendo en que vamos adquiriendo lo del entorno social, que en Antropología se conoce como el proceso de inculturación, o sea, la asimilación de la cultura que nos rodea, la cual en buena medida está impregnada de la forma de pensar de nuestra mamá y nuestro papá, pues son esta pareja quienes nos “encarrilan” en lo que quieren, lo cual no siempre es lo más adecuado, aunque ella y él crean que sí lo es.
Una de esas cosas que nos son inculcadas, por nuestros progenitores o por otros actores sociales, es la creencia de que nuestra sexualidad (por lo general la heterosexualidad) es la CORRECTA y que, por lo tanto, cualquier otra manifestación sexual debe ser rechazada, aseveración que está más enraizada en prejuicios religiosos que en un conocimiento racional o científico.
Otro “valor” que se nos inculca es el del nacionalismo, el cual muchas veces va ligado con el racismo; poner ese valor entre comillas es porque en mucha ocasiones es un sentimiento fácilmente manipulable y que históricamente ha sido utilizado por dictadores o por intereses económicos extranjeros, tal es el caso de la “Guerra del Chaco”, llevada a cabo por dos pueblos hermanos de Suramérica entre 1932 y 1935, la cual en realidad era alentada por dos transnacionales petroleras, la Standard Oil y la Shell, que se disputaban los yacimientos de esa región.
Por eso es importante que a nuestra niñez le inculquemos ese VALOR tan importante como lo es el del respeto a la diversidad (cultural, sexual, racial, de nacionalidad, etc.) para que podamos construir un mundo en que, aparte de no ser manipulables, podamos vernos todas y todos como sujetos de derecho y poder así convivir pacíficamente sin creernos más, pero tampoco menos, que las demás personas.
* Lic. en Sociología.