Qingdao/AFP
Becky Davis
Los presidentes ruso y chino, Vladimir Putin y Xi Jinping, exhibieron el domingo su unidad y elogiaron la expansión de su bloque asiático, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), frente a un G7 socavado por las divisiones.
En la cumbre de la OCS, celebrada durante dos días en la ciudad portuaria de Qingdao (este de China), Xi Jinping deseó la «bienvenida» a dos recién llegados, India y Pakistán, en el seno de este bloque creado en 2001.
La OCS tiene como objetivo incrementar la cooperación económica y de seguridad entre sus miembros e incluye a cuatro exrepúblicas soviéticas de Asia Central (Uzbekistán, Kazajistán, Tayikistán, Kirguistán).
El presidente iraní, Hasan Rohani, cuyo país es observador en la OCS, también estuvo presente para obtener el apoyo de Pekín y Moscú al acuerdo sobre el programa nuclear iraní, después de que fuera denunciado por Washington.
Con la integración de India y Pakistán, la OCS «es aún más fuerte» se congratuló Putin.
Por su lado el líder chino consideró que la «cooperación» es más que nunca necesaria «cuando el unilateralismo, el proteccionismo y las reacciones opuestas a la globalización adquieren nuevas formas».
«Debemos rechazar la mentalidad de guerra fría y de enfrentamiento entre bloques, y oponernos a la búsqueda desenfrenada de seguridad para uno mismo en detrimento de los demás», afirmó Xi Jinping, sin citar nunca a Estados Unidos.
Las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el sistema multilateral deben ser respetados, agregó Xi Jinping, cuyo país mantiene difíciles negociaciones con Estados Unidos para evitar una guerra comercial.
La demostración de unidad de la OCS pretender ser el espejo invertido de las divisiones que socavaron el G7, saboteado tras su conclusión por el presidente estadounidense, que retiró su apoyo al comunicado final, pese a haberlo avalado previamente.
Putin criticó con sorna el «parloteo creativo» de los países del G7 (Estados Unidos, Canadá, Japón Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia) al tiempo que los llamaba a «una verdadera cooperación».
Sin embargo, sí hay divisiones en el seno de la OCS, aunque son silenciadas. Por ejemplo, India se preocupa por proyectos chinos de infraestructura en territorio de su rival, Pakistán, y sigue manteniendo un diferendo territorial con Pekín en el Himalaya.
Créditos millonarios
En Qingdao, Xi Jinping anunció que China iba a abrir una línea de crédito de 30.000 millones de yuanes (4.700 millones de euros) a los miembros de la OCS a través de un consorcio bancario.
Con Rusia, China también quiere proponer una asociación económica a los demás miembros, en un contexto de fuerte aumento del comercio y las inversiones entre ellos.
En presencia de Hasan Rohani, cuyo país espera integrar la OCS, Putin dijo que su país mantenía su apoyo al acuerdo nuclear de 2015, que impide que Teherán obtenga el arma nuclear a cambio del levantamiento de sanciones internacionales contra el país.
La retirada norteamericana del acuerdo «puede desestabilizar más la situación», opinó Putin, que es favorable a «la aplicación incondicional» del texto.
Por su lado, China, gran consumidora de petróleo iraní, apeló a salvar el acuerdo, pese a la retirada de Estados Unidos.
«Los esfuerzos de Estados Unidos para imponer su política a los demás representan un creciente peligro», afirmó el presidente iraní.
En fin, el presidente ruso aportó su apoyo a la cumbre entre Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un, el martes en Singapur.