César Ramírez
@caralvasalvador
En el artículo anterior citamos el libro: La economía salvadoreña: después de la Independencia, por qué estamos como estamos/ William Pleites – San Salvador: Ministerio de Educación, 2022 pág. 187-265 ahí encontramos los antecedentes del denominado: “Modelo de industrialización por sustitución de importaciones (MISI): la riqueza como difusión del progreso técnico” 1, con sus administraciones políticas autoritarias del siglo XX e inicio de ley de minería.
Este esquema al menos nos ubica en espacio y tiempo de una política de Estado, sin embargo, en la administración actual parece que navegamos sin Plan de Nación, donde numerosos proyectos son anunciados y después de un tiempo olvidados, no es el momento de enumerarlos, sino de centrar la atención en la historia de minería.
En el mismo rubro en el libro Memorias de mi lucha revolucionaria Historia del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) /Hugo Navarrete – San Salvador: Editorial Nuevo Enfoque, 2018 pág 47 tomamos la siguiente cita: Informe sobre las explotaciones mineras “en mi informe sobre el estado de las minas salvadoreñas indiqué que para reactivarlas había que llegar a un punto medio, es decir, invertir un monto que no permitiera ganar ni perder. Sin embargo, subrayé que todas las minas urgían de una inversión millonaria para reforzarlas y remover escombros. Dicho de otra forma: las minas requerían millones de colones, pero sin garantía de que esa inversión pudiera ser recuperada”.
“El 2% que recibe El Salvador sobre el oro extraído tampoco compensa este riesgo. Por si fuera poco, supone el deterioro del medioambiente y de la salud de las personas. Cuando entregué este informe me sentí muy satisfecho, había trabajado durante tres largas semanas. No recibí ningún pago adicional, pero sí muchos elogios. Luego me decepcioné de todo”.
“El INSAFI terminó otorgando préstamos impagables a las compañías mineras. Sumas de entre dos y tres millones de colones. ¿Para qué utilizaron estos fondos públicos? Las empresas mineras nunca invirtieron, solo fingieron. Nadie sabe en los bolsillos de quienes quedaron estos onerosos préstamos. Lo único que puedo decir es que fui utilizado al querer ser útil a mi querido El Salvador”.
“La minería ha sido un flagelo para el país, sobre todo para los lugareños. No obstante, los gobernantes de ARENA permitieron que otra minera canadiense, la Pacific Rim, continuara explotando las minas del departamento de Cabañas, donde encontraron una férrea oposición. Lastimosamente, el alcalde de San Isidro y otras autoridades decidieron apoyar a esa compañía. Inclusive, algunos activistas antiminería fueron asesinados impunemente”.
“Por fortuna, esta compañía ha perdido el apoyo estatal. No obstante, el hecho de que haya reclamad 301 millones de dólares a El Salvador como indemnización -por vetarle la explotación minera- merece más reflexiones”2
Como hemos indicado es necesario documentar y exponer al público en general la realidad de las empresas mineras en la nación, por ejemplo: Minería en El Salvador violaciones de la democracia y soberanía nacional, 06 de junio de 2014 Consejo de derechos humanos 26 período de sesiones.3
1.Una nota anexa con referencia a informes sobre desarrollo humano en El Salvado PNUD 2007, 2009/2010 y 2013 pág 187.
2. Idem pág 47-48