Santiago Leiva
@Santileij
Ganó el mejor, ganó el Olimpia. Alianza pagó cara su mediocridad y falta de ambición ante un rival que lo superó futbolísticamente, en orgullo y coraje. Los hondureños sudaron hasta la última gota y no bajaron los brazos hasta conseguir “in extremis” el 3-1 que les mantiene con vida en la Liga CONCACAF.
Los catrachos ganaron por su fútbol, pero más que eso por pundonor y fiereza para convertir a los elefantes en ratones. A noche, la hidalguía de los blancos quedó lejos, les temblaron las piernas, se refugiaron atrás y luego se quedaron para los lamentos.
Los albos llegaron al estadio “Tiburcio Carías Andino” de Honduras con una pequeña ventaja (el 1-0 de la ida) que les permitió mantener la luz de esperanza por más de 94 minutos. Pero, el sueño se rompió solo segundos después, al otorgar un tercer gol al Olimpia que sería un justo premio a su ambición y disposición táctica.
Los paquidermos empezaron a perder desde antes del partido. Primero el bus en el que se conducían fue apedreado y hubo jugadores golpeados, y luego en la cancha cayeron abatidos por el juego brusco y el físico de los catrachos.
Los jugadores del Olimpia aprovecharon la permisibilidad del mexicano Luis Santander, para intimidar a los albos y eso también tuvo una ligera influencia en el resultado.
Anoche, el Olimpia consiguió el 1-0 en apenas dos minutos. Lo hizo gracias al oportunismo de Roger Rodas quien aprovechó un rechace en corto del portero Víctor García.
Empero, no fue el gol tempranero la dificultad de Alianza, sino la falta de una idea clara para sostener la pelota y desbordar por las bandas que es su fuerte.
Muy poco se conoció de Alianza en el área rival durante la primera media hora y para colmo su delantero estrella, “Fito” Zelaya, se fue lesionado al ´36. Llegó en su lugar Gustavo Guerreño y con él apareció el gol que sostuvo tensa la eliminatoria hasta el último suspiro.
El ariete paraguayo aprovechó un rechace, producto de un centro de Rubén Marroquín desde el corredor izquierdo, y venció al portero Edrik Menjívar en el ´44.
La anotación fue un balde de agua fría para la afición local, pero también sirvió para activar el avispero. El Olimpia salió a matar desde el reinicio del encuentro.
En menos de diez minutos el héroe de la noche era Víctor García. El meta de los blancos había atajado un testarazo de Carlos Costly al ´46 y otro de Gerson Rodas en el ´53.
No sostenía la pelota Alianza y el portero tampoco fue suficiente para mantener el 1-1. Así, en el ´55, Costly de zurda decretó el 2-1 resultado que aún valía para el Alianza y por ello los catrachos jamás quitaron el pie del acelerador.
En su afán por incrementar el marcador, los catrachos anotaron dos veces, pero los goles no contaron por fuera de lugar.
Al ´86, Kevin Álvarez vio cartulina roja y se suponía que con el hombre de más Alianza conseguiría mantener el resultado, pero siguieron arrinconados y Costly aprovechó una de las últimas jugadas de la noche para poner el 3-1 definitivo justo al termino del tiempo agregado. El cronómetro marcaba 90+5. Así se cerró una noche penosa y triste para el Alianza y para el fútbol salvadoreño.
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