RT / Redacción Internacionales
El interrogatorio que Ilhan Omar, congresista demócrata por Minnesota, realizó al enviado especial de Estados Unidos en Venezuela, Elliott Abrams, ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense el pasado 13 de febrero ha generado gran controversia.
Durante su intervención, esa legisladora quiso conocer cuál fue el papel de su interlocutor en los crímenes de guerra que se cometieron en diferentes países de Centroamérica durante los años 80, cuando ocupó puestos de responsabilidad en el Gobierno de Estados Unidos.
En concreto, Omar señaló que Abrams una vez calificó la política estadounidense en El Salvador como «un logro fabuloso», recordó la masacre de El Mozote de 1981 —tropas salvadoreñas entrenadas por Washington mataron a más de 800 civiles, incluidos menores de edad— y preguntó si esa matanza formaba parte de ese supuesto éxito.
«Como en El Mozote, en la que más de 800 civiles, incluidos niños, tan pequeños como de 2 años, fueran brutalmente asesinados por tropas entrenadas por los Estados Unidos, usted dijo que la política de Estados Unidos respecto a El Salvador ha sido un logro fabuloso, ¿todavía lo piensa?», preguntó la congresista Omar.
«Desde el día en que el presidente Duarte, fue elegido en elecciones libres, hasta
el día de hoy, El Salvador ha sido una democracia», respondió Abrams.
«¿Apoyaría en Venezuela a un grupo que cometa crímenes de guerra si a su juicio eso favoreciera los intereses de los Estados Unidos tal como hizo en Guatemala, El Salvador y Nicaragua?», preguntó la congresista.
«No voy a responder a esa pregunta. Siento que esa forma de preguntar no tiene por objeto hacer auténticas preguntas, así que no responderé», dijo el interrogado.
«¿Se asegurará usted de que no se violen los derechos humanos y se cumplan los estándares internacionales?», siguió preguntando la congresista.
«Supongo que esa fue una pregunta y la respuesta es que todos los esfuerzos de la política estadounidense en Venezuela se basan en los esfuerzos de los venezolanos para restablecer la democracia. Esa es nuestra política», respondió el enviado.
Esa congresista de origen somalí también quiso saber si el recién elegido por el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, «apoyaría una facción armada en Venezuela que se involucra en crímenes de guerra, de lesa humanidad o genocidio si estima que sirve a favor de los intereses de Estados Unidos, tal y como hizo en Guatemala, El Salvador o Nicaragua», una cuestión que Elliott Abrams también calificó como «un ataque personal».
Se espera que este hombre coordine todos los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos para remplazar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por el autoproclamado «presidente encargado» líder opositor Juan Guaido, reconocido por Washington, la OEA y varios países de la UE.
– Venezuela responderá agresiones –
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, señaló el jueves que Venezuela dará una «respuesta proporcional y correspondiente a cualquier tipo de ataque e injerencia» en su contra.
Durante una declaración en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, Arreaza dijo que «Estados Unidos está jugando a un nuevo tipo de guerra psicológica». «Venezuela es un país soberano y protegeremos cada milímetro del territorio venezolano por aire, mar o tierra», añadió.
Las declaraciones del canciller se producen tras la denuncia que hizo Cuba sobre el movimiento de fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos hacia aeropuertos de Puerto Rico, República Dominicana y el Caribe. En este sentido, La Habana llamó a la comunidad internacional a «movilizarse para impedir que se consume» una «aventura militar disfrazada de ‘intervención humanitaria'» en Venezuela, ante «la escalada de presiones y acciones» de Washington.
«Lo que dijo Cuba deben analizarlo porque son datos rigurosos y nosotros estamos atentos», afirmó el canciller.
– Grupo de defensa –
Durante su declaración, Arreaza informó que varios países conformaron un grupo para defender los derechos consagrados en la Carta de ese organismo internacional.
«Este grupo de países de manera conjunta va a ir organizando una estrategia, no solo para la defensa en este momento de la República Bolivariana de Venezuela y su pueblo, esta es una coyuntura, se trata para la defensa de los principios del Derecho Internacional Público», dijo.
Entre otros países, en el grupo están Rusia y China, que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU; así como Irán, Palestina y Cuba.
«Todo este equipo de países estamos atentos y alertas a cualquier ataque contra Venezuela», manifestó Arreaza.
La conformación de este grupo se da luego de los ataques contra el Gobierno de Nicolás Maduro, en especial desde Estados Unidos, tras la autoproclamación del diputado Juan Guaidó como «presidente encargado» del país sudamericano, a quien Washington apoya.
El miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró que estudia «todas las opciones» para poner en marcha en la «crisis en Venezuela», incluyendo la vía militar.
«Tengo siempre opción A, B, C, D, E y F, tengo mucha flexibilidad […] hay muchos planes, vamos a ver qué sucede», manifestó.
Por su parte, Caracas ha denunciado en reiteradas ocasiones que se trata de un «golpe de Estado en desarrollo».