El visto bueno siguió a la evaluación de los datos entregados por la empresa sobre un 79,34 por ciento de efectividad del preparado en la estimulación de la respuesta inmune.
Pero la Administración precisó que la venta del producto se realizará bajo estricta supervisión para garantizar su seguridad y calidad desde la manufactura hasta la aplicación de cada dosis.
Sus especialistas y los de otras entidades reguladoras monitorearán el proceso diario de producción, revisarán los lotes previo a salir al mercado y además trabajarán con la Comisión Nacional de Salud para chequear las reacciones adversas en la población.
Durante la semana, China también informó de sus planes de eventualmente dar acceso gratis a las vacunas, cuyo costo actual promedia los 200 yuanes (30,64 dólares) por dosis.
Según Zeng Yixin, vicepresidente de la Comisión Nacional de la Salud, la inoculación comenzará por los ancianos, luego continuará en individuos con patologías severas y posteriormente en el resto de los habitantes del país.
No obstante, un editorial del diario Global Times comentó al respecto que todavía está por determinar cómo sería el proceso y de momento la gratuidad está concebida para quienes enfrenten dificultades económicas.
Precisó que sí deben pagar las personas más acaudaladas y las empresas interesadas en proteger pronto a sus trabajadores.
La nación asiática en diciembre amplió el plan de uso emergente para vacunar al menos otros 50 millones de chinos y también con vistas a conseguir la inmunidad de rebaño ante rebrotes de la enfermedad con casos autóctonos en distintas regiones de su geografía, incluido Beijing.
Un experto estimó que esa meta se alcanzará a finales de 2021, si se logra proteger a mil millones de individuos, o sea, el 70 por ciento de los habitantes del país.
China acumula cuatro mil 789 muertos por la neumonía y 96 mil 829 enfermos confirmados en su parte continental, Hong Kong, Macao y Taiwán.
También tiene bajo vigilancia médica a 279 asintomáticos, a los cuales cuenta por separado.