José Roberto Osorio
Sociólogo
Los datos e información que recolecta y procesa el MINED mediante los censos escolares, ask son una herramienta extraordinariamente valiosa para que, viagra entre otras utilidades, sovaldi los tomadores de decisiones, otros actores y gestores educativos, basándose en datos objetivos puedan diseñar diversos instrumentos de intervención pública o privada: estrategias, políticas, acciones, todas conducentes a fortalecer los éxitos del sistema, o corregir lo que fuese necesario.
Aprovechando datos oficiales se muestran las cifras básicas e indicadores más conocidos del sistema educativo del país en 2014. En algunos casos resulta conveniente destacar el esfuerzo público, ya que por aspectos normativos el Estado no interviene directamente en los centros educativos privados.
En 2014 se matricularon 1,619, 386 estudiantes. El 84.5% de ellos fue atendido en el sector público y el porcentaje restante ( 251,798 estudiantes) en el sector privado.
Los niveles de educación parvularia, básica y media concentraron al 99.03% de todos los estudiantes matriculados en el sistema. En el sector público, 1,356, 357 estudiantes fueron atendidos en los tres niveles mencionados, cifra equivalente al 73.5% de toda la matrícula en el sector público del país.
Focalizando el análisis en el nivel de educación básica, se nota que integró al 71.4% de todos los estudiantes matriculados en 2014 en ambos sectores, público y privado, interesante indicador de la importancia y el peso que este nivel tiene en la totalidad de la educación nacional. Por otra parte, el 73.5% de todos los estudiantes en el sector público, estuvo matriculado en el nivel de educación básica.
214,668 estudiantes cursaron educación media, de los cuales el 73.9% se inscribieron en centros educativos públicos. La cifra absoluta de 56,082 estudiantes asistieron a centros educativos privados de educación media, representando al 26.1% de la matrícula en todo el sistema.
Los indicadores educativos son muy útiles para conocer la eficiencia, equidad y calidad de los sistemas educativos, en particular al basarse en información cuantitativa y confiable.
La necesidad de definir y medir las cuestiones relacionadas con el desarrollo de la educación, promovió la aparición de diversos indicadores elaborados por los países y distintos organismos internacionales. En particular, los educativos, destinados a comparar y juzgar el contexto y el funcionamiento de la enseñanza y sus resultados, han experimentado un gran desarrollo.
En ese contexto, siempre en 2014, 78,003 estudiantes repitieron grado de los que el 92.7% se inscribieron en centros oficiales. En el sector público la tasa de repetición fue del 5.3% y en todo el sistema de 4.8%.
Un alumno con sobreedad es aquel que tiene más edad de la considerada teóricamente ideal según las normas legales de acceso al sistema educativo para el año de estudio que cursa. La tasa de sobreedad para todo el sistema educativo fue del 8.6%. En el sector público la tasa fue de 9.7%, equivalente en cifras absolutas a 132,554 estudiantes.
La tasa de aprobación del sistema se fijó en 75.7%, de otro modo; de 100 estudiantes matriculados en educación básica y media, 75.7 dieron por buenos sus estudios.
La deserción es un indicador muy importante, y junto a otros, permite estimar la capacidad de retención del sistema educativo. En 2014, el 5.7% de los estudiantes matriculados se retiraron de los centros educativos. En el sector público el indicador fue de 6.2%, lo que en términos absolutos corresponde a 84,511 estudiantes. Cabe señalar que la mayor parte de las causas o factores explicativos de la deserción estudiantil, son externas al funcionamiento y alcance de la administración educativa.
Los indicadores contribuyen a valorar avances y desafíos de la educación nacional y a tomar decisiones para su fortalecimiento.
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