Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Hemos perdido aves de corral, así como todos los cultivos alternativos como el maíz, por las lluvias, entonces, toda esta producción de maíz y frijol ha quedado perdido”, dijo Sara Guardado, lideresa de la organización comunitaria La Colmena, que integra la Mesa por la Sustentabilidad del Agua y el Medio Ambiente de la Zona Sur de Ahuachapán (MESAMA).
“Tenemos evidencia de videos, fotografías y testimonios de las compañeras que nos dan los datos y que hemos recopilado, en donde lamentablemente tenemos también las pérdidas de huertos y aves de corral ahogadas”, añadió Guardado.
Datos oficiales dan cuenta de un acumulado de 400 milímetros de lluvias en el occidente del país debido al fenómeno hidrometeorológico de la semana pasada, que dejó una estela de impactos severos en las comunidades El Chino, El Porvenir, Jujutla, Metalío y Barra de Santiago, en los departamentos de Ahuachapán y Sonsonate.
Sara Guardado resumió con esta frase la situación: “Estamos en una situación complicada”, al explicar que las Iniciativas Productivas Agroecológicas como Alternativas ante los Impactos del Cambio Climático, que desarrollan en sus comunidades, han sido afectadas por las inundaciones y deslizamientos.
“Trabajamos entre comunidades de Cara Sucia a San Pedro Belén, la cuenca del río Paz, y dentro des esas cuencas tenemos subcuencas que son áreas de conservación como El Imposible-Barra de Santiago. Y también, en la Zona Media a la Zona Baja,o sea el área del manglar”, expresó.
Sobre el trabajo que realizan en esta red de comunidades en MESAMA, Guardado dijo que sólo en el caso de Guaymango, Ahuachapán, que comparte sub cuenca con Cauta y Metalío, en el departamento de Sonsonate, se han visto totalmente afectados. “En Guaymango, en la zona Sur de Ahuachapán, tenemos afectaciones complicadas porque los huertos agroecológicos que nosotras tenemos como trabajo comunitario bajo la figura de iniciativas colectivas productivas como alternativas ante este impacto todo esto lo perdimos”, manifestó.
“Este impacto viene a empobrecer más a las comunidades, a que resulte un alza en los precios de la Canasta Básica y complicar la vida de las mujeres, porque los impactos son diferenciados para nosotras, que nos preocupamos de llevar ese pan a la mesa y proveer alimentos o qué cocinaremos para nuestras familias”, sostuvo Guardado.
Comunidades activan su Red de Monitoreo Climático
La Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) ha venido trabajando en talleres y en la organización de las comunidades para crear la “Red de Monitoreo Climático Comunitario” (ROCC), desde el cual, pueden hacer sus propias mediciones y tomar medidas de prevención ante fenómenos climáticos.
En conjunto han montado alrededor de 20 estaciones de monitoreo, que se encuentran distribuidas en la Región Hidrográfica de Ahuachapán y Playa Metalío, Acajutla, Sonsonate. Cuentan con pluviómetros e hidrómetros, de los cuales, los responsables detallan en sus bitácoras correspondientes el comportamiento de las lluvias durante la estación de lluvias.
“Monitoreamos también la humedad del clima, que es parte también de nuestra información para contar con evidencias que nos sirven para ver ¿qué vamos a producir? y en ¿qué época vamos a producir?”, dijo.
“Al medir y registrar las cantidades de lluvia que tuvimos el año anterior, nos permite comparar y verificar cuáles fueron las afectaciones que tuvimos, para valorar qué medidas de mitigación podemos aplicar el próximo año, toda esta información nos ha servido para esto”, afirmó Guardado.
La Red de Monitoreo Climático se encarga de verificar el patrón de lluvias de la Zona Media y Alta, para mantener informada a las comunidades de la Zona Baja, sobre “la cantidad e intensidad de las lluvias” y activen en sus lugares de residencia medidas de precaución.
“Al compartir esta información sobre esta cuenca, les ayudamos porque ellos pueden valorar evacuar la zona a partir de nuestros datos sobre la intensidad y cantidad de lluvia que ha caído en X o Y lugar de la cuenca tierras arriba o media, es una cobertura eficiente, pero necesitamos más”, indicó.
Autoridades y comunidades deben “trabajar de la mano”
Para la lideresa Sara Guardado es un punto importante que las autoridades del gobierno central y municipal salgan al encuentro de las comunidades y “trabajen de la mano” con las comunidades organizadas para enfrentar los impactos del cambio climático.“Queremos, que también estén coordinados entre ellos, (gobierno central y municipal), porque no lo están actualmente. Y si vemos la situación como se ha venido dando, es bien difícil poder trabajar sin tener los datos oficiales que ellos tienen. Debemos contar con datos de las Unidades de Salud, para nuestras evaluaciones y planes, pero realmente no los proporcionan”, aseguró.
“No podemos avanzar y no podemos tener algunos planes por falta de esos datos, aunque contamos y tenemos planes preventivos, planes de acción y planes de trabajo programados para cada año; pero, como organizaciones sociales necesitamos otros datos, así como coordinaciones que no podemos hacerlas por el momento”, expresó Guardado.
Sobre las políticas y planes gubernamentales para la gestión del riesgo, la UNES ha reiterado, que el enfoque de esta gobernanza debería contar con un enfoque de “prevención” y con la participación de los pobladores, porque ellos, saben concretamente cómo les afectan estas amenazas climáticas.
“Esa coordinación es necesaria entre las organizaciones sociales y las instancias de gobierno nacional y local. Se debe estar de la mano, con el fin de estar prevenidos a estos impactos del cambio climático y que comprendan que como comunidades trabajamos para salvar vidas, mitigar impactos y prevenir tragedias, somos un país vulnerable y sus comunidades más vulnerables” , añadió.
“Entonces, sin una coordinación nos volvemos más vulnerables, y por no tener planes preventivos desde los gobiernos nacional y local, somos mucho más vulnerables. No sólo es el hecho de evacuar y tener un grupo de gente en un lugar, sino, cómo van a subsistirán las familias en estos albergues y fuera de ellos, cuando han perdido todo”, manifestó Guardado.
Comunidades vulnerables versus las emergencias climáticas
Asunción Martínez, responsable del Sistema de Monitoreo Hidroclimático de la UNES, manifestó que en la “post emergencia”, de esta zona de convergencia intertropical, las comunidades en zonas de alta vulnerabilidad viven una realidad de incertidumbre constante por las lluvias que se pronostican inusuales en cantidad e intensidad.
“Ahora, tenemos acumulados que superan los promedios históricos, sólo Ahuachapán el promedio mensual de junio está en 295.6 milímetros de lluvia. Sin embargo, tenemos promedios como la Cuenca del río Paz, donde la Estación El Porvenir, registró un acumulado de 665.2 mm de lluvia entre el 15 al 20 de junio, superando su promedio”, afirmó.
“Es importante, también, mencionar que en estos días de emergencia se ha acumulado el promedio de un primer sub período lluvioso que ronda los 734.7milímetros de lluvia. Lo que corresponde al 46.6% del acumulado de lluvia en la época de invierno”, sostuvo Martínez.
De las afectaciones a las comunidades, Asunción Martínez expresó que luego de levantar la “Alerta Roja y Naranja” se está registrando la magnitud de la “post emergencia”, en donde los impactos en la zona rural fueron en sus medios de vida, que son actividades que garantizan la seguridad y soberanía alimentaria de las comunidades.
“Hubo una pérdida importante en el ecosistema del manglar que afectó a los punches. Y bien es cierto, los compañeros de PROBOSQUE, pudieron rescantar la especie y llevarlas a un lugar adecuado en el bosque salado, pero hay pérdidas significativas y, claro, prevemos un encarecimiento más a la Canasta Básica que es parte de la pérdida de cultivos de granos básicos”, reafirmó.
Martínez aclaró que los agricultores que lograron que sus cultivos sobrevivieran, no los excusa de encontrar una incidencia de hongos, “marchito” por bacterias y un requemo por agua en estas plantas, que fueron medianamente afectadas por las inundaciones.
“Esto pone en -categoría de alta inseguridad alimentaria- a miles de familias, en específico a las familias lideradas por mujeres, dado que afecta directamente el bolsillo. Sin contar la pérdida de la inversión en los agricultores que habían sembrado, eso tendrá afectación directa en el bolsillo”, argumentó.
“Es importante que el gobierno central cuente con un plan de gestión de riesgo, porque estamos iniciando la temporada de huracanes, y con la crisis climática podríamos esperar tormentas tropicales similares o más fuertes. Y con suelos saturados para lo que resta del invierno, tendríamos mayor vulnerabilidad en las comunidades, en los ecosistemas y la seguridad alimentaria”, puntualizó Martínez.
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