El Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén ha presentado a los partidos políticos con representación en la Asamblea Legislativa, una propuesta de recortes en el presupuesto general de la nación, con respecto al Ejecutivo, por valor de 126 millones de dólares, lo cual consideramos incorrecto, pero, desde la perspectiva del Ejecutivo, es una acción apegada al cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Fiscal, que la derecha política exige para aprobar los otros 650 millones de dólares en bonos, principalmente.
Desde que el Ejecutivo presentó el Anteproyecto de Presupuesto, en septiembre del año pasado, los voceros del Partido ARENA y un sector de la derecha empresarial, han insistido que el Presupuesto estaba desfinanciado y que estaba sobrevalorado, y había que hacerle recortes. Y pese que hablaban de recortes, quisieron obligar al Ejecutivo que incluyera en el presupuesto la deuda previsional, las pensiones para el ISPFA, el FODES y el complemento del Escalafón para el sector salud, lo que refleja una contradicción en el discurso de la derecha, pues, por un lado pedían recortes y por el otro incluir incrementos de otras partidas.
En este tira y encoge, bajo el compromiso de que le daría los votos al gobierno para los 1,200 millones de dólares en bonos, en dos partes, obligaron al Gobierno a firmar, a finales de diciembre una ley de Responsabilidad Fiscal con la que se busca aminorar los gastos en el Gobierno, y procurar con ello, reducir el déficit fiscal en 3 puntos porcentuales.
Es necesario que la ciudadanía sepa que el Presupuesto General de la Nación, el cual fue aprobado en la Asamblea sin los votos de ARENA, lo componen cuatro grandes rubros: Amortización de la deuda, Costos previsionales, Gasto de Capital y Gasto Corriente.
Los areneros y todos aquellos que exigen recorte en el presupuesto saben que en el único rubro que el Gobierno puede reducir es en el Gasto Corriente, pues, claro está, que es imposible en los otros rubros, pues, el país entraría en una debacle fiscal.
El Gasto Corriente lo componen los intereses de deuda, los salarios, los subsidios y las compras de bienes y servicios. Y ha sido precisamente en estos dos últimos donde el Gobierno ha recortado los 126 millones, afectando, en primer lugar, a la población pues es a la que se les ha quitado el subsidio.
Es verdad que los subsidios siempre favorecerán a las 700 mil familias más pobres del país, pero también es cierto que otro tanto de familias cercanas a las 700 mil, si bien no están consideradas entre las más pobres, también resienten el recorte de los subsidios.
Arena sabía que reducir los gastos solo era posible por la vía de los subsidios y una poquedad por el rubro de las compras de bienes y servicios. Y así lo ha hecho el Gobierno, ha disminuido el subsidio, con lo que ha generado algún descontento popular, pero, no le ha cargado los costos a ARENA, lo cual también es un error, con el agravante que ARENA quiere más recortes y no descansará hasta poner en jaque los programas sociales.
Menos mal que por el momento, el Presidente Salvador Sánchez Cerén se ha puesto firme en no tocar los programas sociales.