César Villalona
1. Un sistema de pensiones es sostenible si tiene por lo menos cuatro personas cotizantes por cada persona jubilada. Ese era el caso del ISSS y del INPEP en 1998. Ambas instituciones estaban solventes, try try a pesar de que los caso de corrupción que se dieron durante los gobiernos de derecha. El ISSS y el INPEP también disponían de reservas técnicas por 338 millones de dólares, que podían utilizar para hacer préstamos. O sea, el ISSS y el INPEP no estaban quebrados.
2. Con la privatización realizada durante el gobierno de Calderón Sol se obligó a la mayoría de la población a cotizar en las AFP. Las personas con menos de 36 años tenían que pasarse obligatoriamente a las administradoras privadas y de manera voluntaria podían pasarse las mujeres con edades de 36 a 50 años y los hombres de 36 a 55 años. Las personas con más edades, las que pronto se jubilarían, fueron obligadas a quedarse en el ISSS y en el INPEP.
3. Como la mayoría de la gente pasó a cotizar en las AFP, las instituciones del sistema público perdieron cotizaciones y comenzaron a tener problemas para pagar pensiones. Era normal que eso ocurriera, pues mientras el ISSS y el INPEP perdían cotizantes, iban asumiendo cada vez más jubilaciones. En 1998, cotizaban en el ISSS y en el INPEP 205,479 personas. Hoy cotizan alrededor de 10,000 (2% del total) y le deben pagar pensiones a casi 97,785 personas. O sea, tienen una persona cotizante por casi diez jubiladas.
4. En cambio, las AFP pasaron de 397,438 cotizantes en 1998 a 659,864 en junio de 2015, el 98% del total, y les pagan pensiones a 61,385 personas. Eso significa que las AFP tienen 10 personas cotizantes por una persona jubilada, es decir, están llenas de dinero y pagan pocas pensiones.
5. En 2001 comenzó el problema de pago de pensiones en el sistema público, pues el ISSS y el INPEP habían perdido muchos recursos. El gobierno de Francisco Flores vendió bonos por 611 millones para pagar pensiones de personas jubiladas en el ISSS y en el INPEP. En el gobierno de Saca continuó la venta de bonos, hasta que en 2006 la Asamblea Legislativa, con los votos de ARENA y algunos de sus aliados, decidió que el gobierno le pidiera prestado a las AFP para pagar pensiones de gente jubilada del sistema público. Así surgió el famoso Fideicomiso de Pensiones.
6. La decisión de ARENA de echar mano de los fondos de las AFP para pagar pensiones de personas jubiladas del ISSS y del INPEP, implicó una ruptura con el sistema de capitalización individual que de las AFP, pues con dinero de personas que cotizan en las AFP se pagan pensiones del sistema público. Es como una vuelta al sistema solidario, pero de manera perversa, pues endeuda al gobierno, que es el responsable de pagar los préstamos que hacen las AFP.
7. El primer gobierno del FMLN continuó con el Fideicomiso, pues hasta hoy se le está buscando una salida al problema del endeudamiento con las AFP. Sin embargo, el gobierno del FMLN hizo tres cosas muy buenas: subió la pensión mínima de 142 a 207 dólares, redujo de 21% a 17% la comisión que cobran las AFP por las cotizaciones que reciben y creó el programa de pensión básica universal, de 50 dólares al mes a 28,000 personas de más de 70 años y que viven en la pobreza.
8. Al finalizar 2015, la deuda del gobierno con las AFP, adquirida por el fideicomiso, andará por los 3,500 millones y representará el 41% de los fondos de las AFP, estimados en alrededor de 8,500 millones. Y en concepto de amortización e intereses por la deuda acumulada con las AFP, este año el gobierno destinará 155 millones, una cifra dos veces mayor a la asignada al Ministerio de Agricultura y Ganadería. Esa es la situación heredada de la privatización del sistema de pensiones y del fideicomiso aprobado por ARENA y sus aliados de entonces.
9. Desde 1998, las AFP se han ganado 250 millones de dólares y las empresas de seguro, que reciben una parte de las cotizaciones de las AFP, se han ganado casi 500 millones. O sea, que los dueños de las AFP y de las empresas de seguro (que son los mismos) se ganaron alrededor de 750 millones. Si el sistema no se hubiera privatizado, ese dinero le hubiera pertenecido a la gente que cotiza. Además, el ISSS y el INPEP manejarían los miles de millones que hoy controlan las AFP.
10. La privatización de las pensiones realizada por ARENA benefició a los dueños de las AFP y de las empresas de seguro, pero no cumplió las siguientes promesas que se hicieron:
a) Crear una pensión digna. El 80% de las pensiones no son dignas porque los salarios en el país son muy bajos y porque las AFP y las empresas de seguro se apropiaron de 750 millones provenientes de las cotizaciones de las personas.
b) Generarles mayores rendimientos a los fondos de pensiones. Ocurrió lo contrario, pues en 1999 los rendimientos estaban en casi 13% y desde entonces comenzaron a bajar porque la dolarización provocó una caída de los intereses. Para 2008 los rendimientos estaban en 3% Y si se les resta la inflación de ese año, los intereses reales estaban en -2%. Hoy están en 3%, y como la inflación va en -2% hasta agosto, los intereses reales están en 5%, o sea, son mucho mejores que como los dejó ARENA pero muy pequeños con respecto a 1999.
c) Ampliar la cobertura de cotizantes. Hoy, como en 1998, solo cotiza el 25% de la población económicamente activa, porque la mayoría de las personas trabajan en el sector informal y porque en las empresas de la oligarquía trabaja mucha gente sin contrato.
d) Utilizar los fondos de pensiones para financiar proyectos de desarrollo. Una parte se utiliza para eso, pero el 41% de los fondos se destinaron a pagar pensiones del sistema público.
e) Creación de un sistema de capitalización individual en las AFP. La idea era que los fondos de las personas que cotizan se colocaran en una cuenta individual que solo se utilizará para pagar la pensión de la persona dueña de dicha cuenta. En 2006 se comenzó a quebrar ese esquema, con la creación el Fideicomiso. Desde entonces se ha utilizado el 41% de los recursos de las AFP para pagar pensiones de personas jubiladas del sistema público.
f) Sostenibilidad del sistema. Justamente lo que se discute hoy es que el sistema no es sostenible, pues quebró al ISSS y al INPEP y obligó al gobierno a endeudarse con las AFP pro un monto muy elevado.