Cuando la Sala de lo Constitucional admitió el recurso de inconstitucionalidad del decreto legislativo que otorgaba al gobierno 900 millones de dólares en bonos, y que después de más de un año se tardó para declararlo inconstitucional, lo buscaba era generar una crisis en las finanzas del Gobierno, para obligarle a depender de la voluntad de ARENA.
El Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, se vio obligado a decretar una emergencia fiscal, hace más de ocho días, y declararse en diálogo permanente con todas las fuerzas políticas del país, para buscarle esa salida fiscal generada por la Sala de lo Constitucional no solo con la negación de los 900 millones, sino, con otras resoluciones perversas.
La comunidad internacional comenzó también a pronunciarse por un diálogo que favoreciera la salida a esa crisis, y en este marco, ARENA aceptó pláticas bilaterales con el Gobierno.
El jueves pasado se esperaba que ARENA diera sus votos para aprobar los 1,200 millones de dólares en bonos, producto de ese diálogo bilateral, pero, el Partido ARENA, a última hora se negó y prorrogó sus votos para esta semana.
Se ha conocido extraoficialmente que ARENA se ha encaprichado y busca a toda costa imponer condiciones absurdas al Gobierno.
El diputado Rolando Mata denunció, el viernes de la semana pasada, que los personeros de ARENA quieren una solución al problema fiscal “estructuralmente imposible”.
Esto no lo podemos calificar como un chantaje político.
ARENA pretende co-gobernar, y ante esa imposibilidad acude al chantaje y desestabilización del país.
En los momentos de escribir este editorial se difundió que había avances en la negociación con ARENA, pero es preciso que la ciudadanía sepa que ARENA no ha dejado ni de chantajear ni de desestabilizar, y esto era lo que los cuatro abogados perversos de la Sala de lo Constitucional querían, por eso es que declararon inconstitucional, después de un año, el decreto de los 900 millones de dólares en bonos, con los que el Gobierno no hubiera llegado a esta crisis fiscal coyuntural, como la ha calificado el Presidente Salvador Sánchez Cerén.