La dirigencia y diputados del partido ARENA mantienen una campaña engañosa y perversa con la pregunta de ¿dónde está el dinero? Con lo que quieren hacer creer a la ciudadanía que el Gobierno recibe fondos, producto de los impuestos, pero que estos no son utilizados para cubrir las necesidades del país, según lo presupuestado. Asimismo, dicen que los gobiernos del FMLN “gastan mucho”.
En cuanto a lo primero, el Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén se ha encargado de responder a los voceros de ARENA y les ha dicho que el dinero está distribuido en los órganos de Estado, que sirven para pagos salariales, para inversiones, para el pago de la deuda externa y, casi el 48% del presupuesto para las áreas sociales: Salud, Educación, Seguridad, subsidios.
Por cierto, en el presupuesto 2017 el pago de la deuda externa reflejaba más de 900 millones de dólares, y para el próximo año se han presupuestado $1,015 millones.
Es decir, ARENA solo tiene que revisar el presupuesto general de la nación para saber en qué se invierte el dinero producto de los impuestos de los y las salvadoreñas y de los empréstitos.
Por cierto, el dinero de los préstamos en los Gobiernos del FMLN sí se han utilizado para lo que se ha solicitado, no así en los Gobiernos de ARENA, que tuvieron otros fines, y eso lo saben mejor que nadie los areneros.
Con respecto a lo otro, es decir, a la crítica de que los gobiernos del FMLN “gastan mucho”, un estudio del Banco Central de Reserva (BCR) ha establecido que ha sido en las administraciones presidenciales de Francisco Flores y Elías Antonio Saca, en las que más aumentaron el gasto en el país.
En los últimos dos gobiernos de ARENA (administraciones de Francisco Flores y Elías Antonio Saca), el gasto corriente (compromisos financieros del gobierno) aumentó en $1,640 millones, frente a los $1,195 millones ejecutados por las presidencias de Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, según estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR).
Los datos son concretos, y lo menos que deberían hacer los críticos vinculados al principal partido de oposición es disponer de más seriedad y responsabilidad. Mentir para ganar la voluntad es reprochable. Y también, lo menos que debe exigírseles a los diputados y dirigentes del partido tricolor es más responsabilidad y seriedad.