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Así lo ha reconocido, recientemente, en una entrevista concedida a la derechista Prensa Gráfica, Mauricio Interiano, uno de los aspirantes a la presidencia del COENA.
En la citada entrevista, Interiano hace interesantes revelaciones, que por supuesto, no fueron para el titular principal del matutino, seguramente, para “no afectar al partido”, pese al impacto periodístico de las declaraciones, pero, que, igual, la ciudadanía las conoce, las tiene claras, pero que las acepte un ex dirigente de ARENA, es como oficializar lo conocido.
Interiano era hasta hace poco el vicepresidente de organización de ARENA, y ha dejado el cargo para aspirar a la Presidencia del COENA, cargo que también aspiran Norman Quijano, Ernesto Muyshodont y Ana Vilma de Escobar, todos representantes de distintos grupos de la oligarquía salvadoreña y por lo tanto los dueños de ARENA.
“Tenemos que tener coherencia, para que la población empiece a ver esa coherencia entre lo que nosotros creemos, lo que decimos y lo que hacemos”, revela Interiano.
En efecto, desde 2009, cuando ARENA pierde el Ejecutivo, se convirtió en un partido opositor “sin rumbo”, desorientado, incoherente, además de sostener una profunda división.
“Debemos dar un giro como partido, un giro que nos permita volver a conectar y volver a entusiasmar con todos aquellos que se han alejado, con todos aquellos que si bien comparten buena parte de nuestra visión y principios, pero hemos perdido la credibilidad como partido”, admite interiano.
La estrategia de ARENA desde 2009, acompañado de sus medios de comunicación, la ANEP y un grupo de organizaciones que provienen de “la sociedad civil”, es meterle miedo a la ciudadanía con el cuento de que el país no tiene solución a problemas como la seguridad o lo económico. Y para apoyar este discurso, los areneros se oponen a todo en la Asamblea.
Le han negado el presupuesto al Gobierno, le han negado créditos para la seguridad, es decir, ARENA la ha apostado al desquebrajamiento del Gobierno, lo que por supuesto no han logrado ni lo lograrán.
ARENA, además, como lo señala Interiano, es un partido incoherente, por eso es que tiene varios discursos, varias caras. Por ejemplo, en el tema de la seguridad, en su campaña acusaba al partido de Gobierno del FMLN de negociar con las pandillas. Sin embargo, en un vídeo hecho público a principios de año, se ve a Ernesto Muyshdont y al alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, negociando votos a favor de ARENA con los cabecillas de las pandillas.
El mismo Muyshodont se fue a la Fiscalía a pedir que se investigara a los responsables de facilitar la tregua entre pandillas, en 2012, pero, han sido sus alcaldes los que están señalados de ser parte de esas estructuras o de incorporarlos, sin trabajar, a las planillas municipales.
Y es que ARENA dice una cosa y hace otra. Lo único que si tiene claro es que el Gobierno del FMLN y Salvador Sánchez Cerén fracasen, y por eso es que hasta negocian con los delincuentes.
