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Ciudad de Guatemala/Prensa Latina
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, insistió hoy en la reducción del 25 por ciento de su salario, una promesa de campaña electoral que entrará en vigencia el próximo 1 de junio.
De mi madre aprendí que la mejor forma de enseñar es con el ejemplo, expresó el mandatario mediante su perfil en la red social X, a propósito de la reverencia en el país este día de cada año a las progenitoras.
Cumpliéndole a ella (Margarita de León) y al pueblo que me eligió, a través de este oficio, SAAS (Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad) ratifica mi decisión, subrayó el jefe de Estado.
Esa entidad del Gobierno informó en una carta al Ministerio de Finanzas Públicas que disponga del monto de 235 mil 330 quetzales (poco más de 30 mil dólares), el descuento equivalente para el resto del año.
La reducción de ese monto permitirá al Estado un ahorro superior a los 1,5 millones de quetzales (casi 200 mil dólares) durante cada cuatro años de administración.
En el acto por los primeros 100 días de las nuevas autoridades, Arévalo firmó un oficio en el cual solicitaba al secretario de la SAAS, Iván Carpio, la reducción del salario.
Cumplir, reducir privilegios y servir al pueblo: es nuestro compromiso, remarcó luego el político de 65 años, exdiplomático y sociólogo de profesión.
A fines del mes pasado, durante una gira de trabajo para intercambiar con los alcaldes del departamento de Retalhuleu, el presidente anunció que el ahorro iría a un fondo para la educación del país.
La vicemandataria Karin Herrera se redujo igualmente el 25 por ciento del salario, en el sentido de un cambio histórico para disminuir las brechas en este territorio centroamericano, según el Gobierno.
Datos oficiales señalaron que el exjefe de Estado de Guatemala Jimmy Morales (2016-2020) recibió mensualmente 146 mil 680 quetzales (casi 20 mil dólares); alrededor de 40 veces más el monto mínimo nacional.
Al inicio de su gestión, según reportes de la prensa local, ofreció donar el 60 por ciento; sin embargo, fue una promesa incumplida.
Lo que cobran al mes los funcionarios públicos constituye un tema de indignación para la población, al comparar sus altos salarios con la pobreza galopante en Guatemala.
