Buenos Aires/dpa
La patria futbolera argentina se debatió entre el clamor popular para que Lionel Messi revise su decisión de dejar la “albiceleste” y la gran frustración por la caída ante Chile en la Copa América Centenario, en la tercera final seguida que pierde en los últimos dos años.
“El más grande a nivel mundial no puede decir que renuncia a la selección. Estoy muy mal. Los del 86 vamos a proponer que no se vaya”, dijo el ex defensor José Luis Brown, una de las figuras de Argentina cuando ganó el Mundial de México 1986.
El ex zaguero se mostró incrédulo ante el anuncio del crack del Barcelona, que tuvo un domingo negro ante Chile. Tras fallar su remate en la definición por penales, Argentina cayó 4-2 en la final y el astro dijo a la prensa que la selección “se terminó”.
“No acepto su renuncia, no puedo creer que Messi no juegue más en la selección”, dijo al canal TyCSports el autor del primer gol en la final ante Alemania que hace 30 años le dio su segunda y última Copa del Mundo a la “albiceleste”.
En la misma línea se manifestaron numerosos futbolistas, ex jugadores, entrenadores y dirigentes, además de deportistas, famosos y políticos.
“A Messi hay que convencerlo, está para dos Mundiales más. Va a tener que volver porque lo van a hablar los muchachos, lo van a hablar los dirigentes, y habría que hacer algo a nivel pueblo argentino, a nivel público”, dijo el ex delantero Leopoldo Luque, campeón del mundo como local en Argentina 1978.
En las redes sociales y en los medios de comunicación también se multiplicaron los mensajes de apoyo a Messi y se anunciaron campañas para pedirle que no abandone el equipo. Incluso, se organizaron convocatorias para recibir al plantel albiceleste en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
El diario “Olé” fue el más explícito con su mensaje a Messi en su portada: “No te vayas”, tituló el matutino deportivo.
#NoTeVayasLio, #QuedateMessi y #NoTeMerecemos fueron algunas de las etiquetas que se ubicaron como las principales tendencias en Argentina en la red social Twitter.
También hubo críticas al equipo por haber caído nuevamente en una final, tal como ocurrió ante Alemania en el Mundial de Brasil 2014 y ante la selección local en la Copa América de Chile 2015.
“Clarín” señaló que la selección “fracasó en la tercera final consecutiva” y sostuvo que “para ser campeón hace falta algo más de lo que hizo Argentina” ante Chile. Entre otras cosas, el matutino indicó que para quedarse con el título un equipo “no debe perdonar ni regalar las circunstancias que en algún instante le hacen un guiño” y, en ese sentido, hizo hincapié en que Argentina “dilapidó” el jugador de más que tenía al ser expulsado Marcos Rojo. También destacó que Gonzalo Higuaín desperdició una posibilidad clara de gol.
El diario “La Nación” señaló: “La maldición es doble: la de una selección que no puede rematar su trabajo en las finales y la de un jugador de otro planeta que quedó anoche injustamente marcado como responsable clave de esa derrota”.
En Argentina el fútbol es por lejos el deporte más popular y la política no fue ajena a la derrota. Como un hincha más, jefe de Estado, Mauricio Macri, manifestó el apoyo a los jugadores y difundió en Snapchat videos siguiendo la final. Mientras, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo que lo de la selección “puede ser algo psicológico a esta altura, algo que necesita un replanteo” porque “son muchas finales ya sin poder concretar” el ansiado título, que se niega desde la Copa América de Ecuador 1993.
“Es muy difícil llegar a las finales, pero llegar a tres y no ganarlas, complica un poco las cosas”, dijo el presidente de Lanús, Nicolás Russo, en radio La Red.
“Evidentemente él (Messi) arrastra esa comparación con (Diego) Maradona, pero para mí no hay comparación, Maradona fue único. El tema de que no se ganen torneos es tremendo mentalmente, lo debe atormentar”, analizó el máximo dirigente del último campeón del torneo local.
Las interminables comparaciones alrededor de Messi no cesaron: la prensa remarcó que si al final no vuelve a jugar en la selección, el crack habrá disputado su último partido con la “albiceleste” en el mismo país que lo hizo Maradona, que se despidió en el Mundial de Estados Unidos 1994 tras un doping positivo.