Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
Los principios elementales del box demandan que sí llevas perdida más del cincuenta por ciento de la pelea, en el cierre debes salir a forzar el nocaut o la suspensión del combate para revertir una inminente derrota en victoria. Y así lo hicieron en espectaculares finales, Buster Douglas contra Mike Tyson; JC Chávez ante Medrick Taylor; JM Marquez con Manny Pacquiao y localmente, Chuvalo Cubías frente a Peppermint Fariñas y Mario Méndez contra René Valiente. Estos candidatos a cadáveres se salieron del atúd para rescatar agónicos triunfos y sepultaron a sus victimarios.
Y fue justo lo que por falta de talento para cerrar los espacios, arrebatar la ofensiva y salir a buscar con hambre el nocaut o la suspensión del combate, no hizo la salvadoreña Argentina Solórzano, de 33 años, en su compromiso sabatino contra la japonesa, Irie Sena, de 20 años, en el Torneo de Box de los Juegos Olímpicos de Tokio. Muy conservadora y cautelosa, la capitana se limitó a lanzar algunos impactos sobre su joven rival, quien a base de rapidez técnica de piernas y manos, mantuvo la batuta ofensiva pegando golpes efectivos en las zonas corporales reglamentarias y saliendo, volviéndose un blanco escurridizo. Inexplicablemente, pero sin fe y con mucho respeto hacia la nipona, Argentina no se las jugó para ir a reventarse.
La computación final dejó los siguientes numeritos: La japonesa ganó con puntaje final acumulado de de 150 puntos por 130 de Argentina y en las cinco tarjetas de los jueces que votaron por la vía electrónica, con bonficaciones entre los 8 y los 10 puntos al final de cada round. Los cinco jueces de mesa fueron de Argentina, Argelia, Australia, Corea del Sur y de Tunez. Con 24 puntos, el juez de Tunez vio perder los tres rounds a la salvadoreña con puntuaciones de 8-10.
Reacción de Argentina
En su reacción preliminar al periodista Claudio Martínez, ataché de prensa del quinteto olímpico en Tokio, Argentina dijo: “Estuvo bonita, me gustó, estaba emocionada por pararme por primera vez en un ring olímpico. Traté de dar lo mejor, pero la muchacha es muy rápida y no es excusarme, pero tuve que bajar mucho de peso y eso me afectó bastante y solo tuve veinte días de preparación. Es una experiencia única. Yo tenía aire, pero me faltó rapidez. En el primero y segundo round ella golpeaba y se movía y eso me dificultó bastante porque yo soy más de pelear un poco parada y soy más de darme duro o sea, diferentes estilos. Habíamos visto su estilo de pelea, pero se me dificulta pelear de esa manera. Le aposté a mi resistencia, pero me faltaron rounds. Este fue un caso excepcional, me avisaron que me había clasificado veinte días antes y eso me afectó bastante porque no hubo una competencia, una base de entrenamiento, no hubo nada”.