Montevideo/AFP
Argentina resurgió en el infierno de Barranquilla ante Colombia y le dio respiro a su entrenador, physician cure Gerardo Martino, viagra mientras Ecuador prepara las maletas para Rusia-2018 al conseguir ante Venezuela su cuarta victoria al hilo en la clasificatoria sudamericana.
En el partido más esperado de la cuarta fecha, sick Uruguay se vengó en Montevideo de Chile con un contundente 3-0 tras el polémico encuentro en la Copa América de julio pasado, que dejó afuera a la celeste en cuartos de final.
En tanto, en el epílogo de la jornada, Brasil, con Neymar aún apagado, ganó 3-0 con autoridad en casa ante un débil Perú que vuelve a penar en una eliminatoria como desde 1982, la última vez que acudió a un Mundial.
La jornada
La celeste se concentró en el juego y evitó los roces, luego de aquel duelo en el que el chileno Gonzalo Jara le introdujo el dedo en el ano al atacante uruguayo Edinson Cavani, quien reaccionó y fue expulsado.
La guerra no se declaró pero sí la derrota sin atenuantes de la Roja que parece una pálida versión del equipo atildado y vertiginoso que arrasó en la Copa América y en los dos primeros partidos de la eliminatoria.
La gran ocasión de los de Jorge Sampaoli para mostrar que un resbalón no es caída será en la próxima fecha, en marzo de 2016, ante Argentina, en una reedición de la final de la Copa América y en el mismo escenario del estadio Nacional de Santiago.
Argentina, sin sus figuras Lionel Messi, Sergio Agüero, Javier Pastore y Carlos Tevez, se las arregló para arrebatarle un triunfo importante por 1-0 a Colombia, que se queda con cuatro puntos y en la cuerda floja su orientador, el argentino José Pekerman.
La albiceleste no está para tirar manteca al techo pero al menos dio señales de vida guiado por un brillante Angel Di María, con la buena compañía en el centro del campo de Ever Banega y Lucas Biglia, autor del gol argentino.
Pudo haber aumentado a través del juvenil Paulo Dybala, que demostró su inquietante habilidad como reemplazante del anodino Gonzalo Higuaín.
Los cafeteros depositaron sus ilusiones en el estelar James Rodríguez (Real Madrid), que figuró en las planillas pero nadie lo vio en el campo de juego al mando de un equipo que casi no generó situaciones de peligro.
Pekerman, el mismo que llevó a Colombia a los cuartos de final de un Mundial por primera vez en su historia en Brasil-2014, quedó ahora al borde del abismo, al mando de un once apagado y sin ideas.
Ecuador está arrasando en el premundial y ya puede soñar despierto con hacerse de uno de los cuatro boletos directos disponibles para Sudamérica.
Así, ni siquiera tiene que preocuparse por el pase a la repesca que el quinto seleccionado de la región deberá disputar con la mejor clasificada de Oceanía.
Sorprendió en el debut ante Argentina en Buenos Aires y luego dejó en el camino a Bolivia, Uruguay y este martes con un 3-1 en Puerto Ordaz a Venezuela, que sin puntos puede despedirse de su ilusión de ir por primera vez a un Mundial.
Y sus últimas dos victorias, ante Venezuela y el jueves pasado contra Uruguay, las logró el seleccionado que dirige el argentino-boliviano Gustavo Quinteros sin sus figuras, los Valencia, Enner y Antonio.
En una clasificatoria tan apretada, de parejo nivel, Ecuador termina el año en lo más alto y con margen para encarar su embestida final el año próximo, mucho antes de la conclusión de la serie sudamericana en 2017.
Paraguay se recuperó ante Bolivia con un triunfo por 2-1 en casa y con siete puntos se encarama entre los aspirantes a lograr un boleto para Rusia.
Su entrenador, el argentino Ramón Díaz, está sumando puntos mientras afianza a un equipo sin figuras de relieve internacional.
En cambio, Bolivia volvió a retroceder luego de haber logrado su primer triunfo en la fecha pasada ante Venezuela, la otra Cenicienta regional.
Inmerso en un caos institucional y con la defección de dos de sus figuras, el capitán Ronald Raldes y el delantero Marcelo Martins, los del altiplano se desmoronan una vez más, sin dar señales de una recuperación que la vuelva competitiva a nivel regional.
Con un Neymar en bajo nivel, diferente al que brilla en Barcelona, Brasil logró un triunfo cantado y ya calienta motores para dar el zarpazo por un pasaporte a Rusia-2018.
Ante su gente, Brasil no tenía excusas y mostró algo más ante Perú que en los primeros tres partidos de las eliminatorias, pero lejos de enamorar a los torcedores brasileños, aún despechados por la derrota histórica ante Alemania por 7-1 en semifinales del Mundial.
Douglas Costa, el delantero del Bayern Munich, se vistió de Neymar y fue decisivo para la resurrección sin brillo de la Seleçao.
De su lado, el orientador de Perú, el argentino Ricardo Gareca, no le encuentra la vuelta a un once que tiene buenas individualidades pero no termina de conformarse como equipo.
‘El Tigre’ Gareca debe hurgar fino para que sus cachorros sean algo más feroces para dar lucha en la selva de la eliminatoria sudamericana.