Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Los abogados acusadores en el caso de las víctimas y sobrevivientes de la masacre de El Mozote, contra militares de alto rango de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), que integran a Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, informaron sobre nuevas exhumaciones relacionadas a este caso de Lesa Humanidad.
El juez Jorge Guzmán Urquilla del Juzgado Segundo de Primera Instancia de San Francisco Gotera, Morazán, a cargo del caso, ordenó las nuevas experticias forenses luego de que un testimonio de un sobreviviente, de 44 que fueron documentados en el caso, mencionara al caserío Yancolo, Cacaopera, Morazán.
Con la presencia de la antropóloga forense, Silvana Turner trabaja el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que nació en 1984. Es una organización no gubernamental que ha realizado trabajos de identificación de víctimas de crímenes a nivel mundial, que entre las más relevantes se encuentra los 43 de Ayotzinapa, Mujeres de Juárez y en El Salvador, El Mozote.
A Yancolo, un lugar remoto en el municipio de Cacaopera, Morazán, se llega por la carretera hacia Perquín, justo en el desvío Delicias de Concepción. Ahora entraña todo el trabajo antropológico-forense del Equipo Argentino, que se encuentran en la labor de las excavaciones, cuenta con el apoyo del médico Erick Rodríguez y personal del
Instituto de Medicina Legal.
En el más reciente informe compartido desde Yancolo, dan cuenta que ya se identificaron algunas prendas de la vestimenta de las víctimas y se encontraron restos humanos, que corresponde a la Masacre de El Mozote y sitios aledaños, acaecida en los primeros días del mes de diciembre de 1981, bajo un operativo militar denominado “Operación Limpieza”, que tomó la vida de alrededor de mil personas desarmadas, entre mujeres, niños, niñas y adultos mayores.
El caso de El Mozote dio la vuelta al mundo, luego de que la única sobreviviente del lugar, Rufina Amaya, del cantón La Guacamaya rindiera su testimonio que inició con las palabras: “El 11 de diciembre de 1981 llegó una gran cantidad de soldados del ejército, entraron como a las seis de la tarde y nos encerraron. A otros los sacaron de las casas y los tendieron en las calles boca abajo, incluso a los niños y les quitaron todo”.