Rosario Rivas
Colaboración
El descubrimiento -en 1789- de una veta mineral por parte del salvadoreño Domingo Sánchez, que con el tiempo se conoció como el complejo minero de Los Encuentros, San Carlos, ubicado en Morazán, fue objeto de un análisis, desde la perspectiva de la arqueología industrial.
El lugar donde se extrajo oro y plata pasó a manos de propiedad extranjera, desde 1799, cuando falleció Sánchez, hasta 1950, cuando dejó de operar.
El académico Francisco Alvarado fue invitado por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural a través de la Dirección de Arqueología para que expusiera el tema “Complejo minero de Los Encuentros, San Carlos, departamento de Morazán, El Salvador. Un análisis desde la perspectiva de la arqueología industrial”. En la actualidad de Los Encuentros existen vestigios materiales como edificaciones de ladrillo que eran utilizadas para los procesos de producción, restos de cerámica, vidrio, porcelana y barro de vasijas utilitarias, entre otros.
Alvarado registró y analizó los restos de este complejo como parte de su tesis de graduación e investigó en registros documentales las condiciones en que los mineros trabajaban en esa época, cómo vestían y de qué manera recibían su paga que era por medio de fichas de cambio similares a las usadas por las fincas de café, las cuales solo podían ser canjeadas por productos en los negocios del finquero y, en este caso, del minero.
El arqueólogo dijo que “Los Encuentros fue uno de los complejos mineros con la producción más organizada. A mediados y finales del siglo XIX, esta industria fue una de las más importantes del país en ese siglo, solo superada por el café”.
Orión Castellón, un estudiante de arqueología dijo: “la investigación es muy innovadora, ya que se han hecho pocos trabajos al respecto. Es muy importante porque va de la mano con la historia. El proceso de la industrialización se ha tocado muy poco”.
Es de destacar que en la actualidad, la arqueología industrial ya no se limita a la identificación, preservación y conservación de los elementos muebles e inmuebles, sino que busca comprender el pasado industrial y cómo este ha afectado al presente, además de la puesta en valor de estos sitios patrimoniales.