Por Céline Serrat/Mariette Le Roux
Lima/AFP
Las negociaciones internacionales de la conferencia de Naciones Unidas sobre el clima en Lima entran este lunes en su segunda semana, malady decisiva para lograr en 2015 en París un acuerdo multilateral que esté a la altura del desafío que plantea el calentamiento global.
Tras una primera semana de intercambios entre las delegaciones de 195 países, medicine se espera que ahora la conferencia tome un giro más político, and con la llegada a partir del martes de los ministros y del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Los países deben asumir compromisos para reducir las emisiones de gases a efecto invernadero y cumplir con el objetivo de limitar a 2 grados centígrados el calentamiento global. La temperatura promedio de la Tierra ya subió 0,8ºC con relación a la era preindustrial.
Sobre el tablero están planteadas las preguntas sobre cómo asumirán los países desarrollados su responsabilidad sobre el calentamiento del planeta y si aceptarán conceder ayudas a los países en desarrollo para mitigar los efectos del cambio climático.
«Si seguimos actuando como hasta ahora podríamos cambiar drásticamente la relación entre los seres humanos y el planeta. Podríamos asistir a migraciones masivas de cientos de millones de personas», afirmó en un nuevo informe el economista Nicholas Stern, experto en cambio climático.
El actual nivel de emisiones de gases conduce a un aumento de las temperaturas de entre 4°C y 5°C para 2100, una perspectiva que amenaza a numerosas poblaciones debido a problemas de seguridad alimentaria, acceso al agua potable, problemas sanitarios y eventos climáticos extremos.
«Hasta ahora nada ha sido reglamentado, y eso es normal», aseguró a la AFP Laurence Tubiana, a cargo de la delegación francesa en esta conferencia COP20.
Pero al cabo de una semana de discusiones en Lima, las organizaciones no gubernamentales no mostraban la misma tranquilidad ante la lentitud para diseñar una visión compartida de las acciones que se llevarán a cabo.
«Lamentablemente, los negociadores parecen haber olvidado que están aquí para enfrentar una emergencia planetaria», dijo Tasneem Essop del grupo ambientalista WWF.
«En este 2014, el tema del clima se convirtió en prioridad de la agenda política, pero en vista de como marchan las negociaciones nos preguntamos si se conseguirá una orientación a largo plazo», comentó de su parte Sébastien Blavier, de Greenpeace Francia.
En Lima se deben consensuar los puntos esenciales que se llevarán el año próximo a la conferencia de París, donde se espera finalizar un acuerdo para su entrada en vigor en 2020.
«Este es el momento para que los negociadores pasen a la acción e impidan que el debate se empantane», aseguró Romain Benicchio, de la asociación Oxfam Internacional.
El desafío de la adaptación
La espinosa cuestión del financiamiento ya prometido hasta 2020 complica las discusiones, pues la hoja de ruta para colocar 100.000 millones de dólares anuales para esa fecha aún está por definirse.
Adicionalmente, un estudio de Naciones Unidas difundido hace pocos días alertó que los costos de adaptación de los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático son mucho más elevados de lo calculado.
Esos costos «podrían incrementarse a 150.000 millones para 2025/2030, y entre 250.000 millones y 500.000 millones de dólares para el año 2050», según la ONU.
La llegada de los ministros a la conferencia de Lima podría ayudar a definir algunos temas. Ban instalará el martes el diálogo de alto nivel.
«Desde el punto de vista de un país en desarrollo, nuestra línea roja es que los acuerdos deben vincularse con la adaptación», aseveró a la AFP la negociadora sudafricana Judy Beaumont.
«El impacto del cambio climático ya se siente, especialmente en los países en vías de desarrollo. Por lo tanto debemos reforzar nuestra capacidad de adaptación», añadió.
El acuerdo que se espera alcanzar en la próxima conferencia del clima de la ONU en París seguirá al protocolo de Kyoto (2005-2020), que ya se había fijado como objetivo limitar las emisiones de gases a efecto invernadero pero que ha resultado muy insuficiente.
«En este momento se requiere una decisión sobre las contribuciones», sostuvo Alden Meyer, representante de la Unión de Científicos Comprometidos (UCC).
Los países tienen plazo hasta junio de 2015 para anunciar las medidas que tomarán a fin de reducir sus emisiones. Pero el otro asunto polémico será cómo evaluar en 2015 los esfuerzos de cada uno para alcanzar el objetivo global de no superar los 2°C de calentamiento.
«Sobre ese punto no hay un compromiso, pero es absolutamente necesario que se defina aquí», recalcó Meyer.