Ciudad de Guatemala/AFP
Los miembros de la cúpula directriz del Banco Central y del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) fueron arrestados este miércoles acusados de un fraude por 14, malady 5 millones de dólares en este organismo, buy viagra informó la fiscalía, ailment mientras tanto millares de guatemaltecos marchaban para exigir el fin de la corrupción.
El mandatario consideraba ya superada la crisis iniciada hace un mes al revelarse una red de defraudación fiscal en aduanas, que provocó la renuncia de la vicepresidenta Roxana Baldetti, cuando ahora se anuncia la detención de los principales ejecutivos del banco central y de la seguridad social.
Entre los detenidos figura el presidente del IGSS, el militar Juan de Dios Rodríguez, cercano al mandatario Otto Pérez, y el presidente del Banco Central de Guatemala (Banguat), Julio Suárez, también vicepresidente de la directiva del Seguro Social, indicó en un comunicado el Ministerio Público (fiscalía).
Otto Pérez había nombrado a Rodríguez presidente del IGSS en abril de 2013 para combatir la corrupción en esa institución. Previamente se había desempeñado como secretario privado de Pérez.
De acuerdo con la fiscalía, los detenidos están involucrados en la adjudicación irregular de un contrato del IGSS por 116 millones de quetzales (unos 14,5 millones de dólares al cambio) en favor de la Empresa Farmacéutica Pisa de Guatemala.
Las autoridades acusan a los detenidos de asociación ilícita, tráfico de influencias, cobro ilegal de comisiones y cohecho activo.
La farmacéutica obtuvo en diciembre pasado la concesión del servicio de diálisis peritoneal de pacientes de la institución de seguridad social, pero desde esa fecha han muerto 15 pacientes y otros 100 se han infectado de peritonitis.
Pérez enfrenta una crisis sin precedentes tras el descubrimiento en abril de una red de defraudación fiscal en aduanas y que provocó la renuncia de la vicepresidenta Roxana Baldetti el 8 de mayo.
Este nuevo escándalo estalló en momentos que el presidente enfrenta intensa presión de la población, que ha salido multitudinariamente a las calles para exigir su renuncia tras el escándalo de defraudación fiscal mediante sobornos en las aduanas, revelado en abril, que provocó la renuncia de Baldetti.
La investigación estuvo a cargo del Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un ente avalado por la ONU para combatir estructuras ilegales dentro del Estado.
En los operativos también fueron detenidos miembros de la junta directiva del IGSS y los ejecutivos de la empresa farmacéutica PISA, Edgar de la Peña y Ramiro Lorenzana.
«Fuera corruptos»
Millares de indígenas y campesinos guatemaltecos manifestaron este miércoles en las calles de la capital para exigir la renuncia del presidente Otto Pérez, cuyo gobierno se encuentra acorralado por varios escándalos de corrupción.
«Fuera todos los políticos y empresarios corruptos», «Renuncia Tito (Pérez), la cárcel te espera», «Cese a la Corrupción» y «La vida y los derechos no son una mercancía», se leía en carteles que portaban los manifestantes.
Para David Gaitán, miembro de la organización Acción Ciudadana, adscrita a Transparencia Internacional, el arresto de Rodríguez debería ser el detonante para que Pérez presente su renuncia, debido a su amistad personal con el involucrado y porque éste fue nombrado por el propio jefe de Estado.
«El presidente debe de renunciar en este momento no solo por el clamor popular sino por la vinculación directa que tiene con el señor Juan de Dios Rodríguez. Era imposible que él (Pérez) no supiera de estas negociaciones anómalas», afirmó.
Aseguró además que el mandatario ignoró la denuncia pública de esa entidad, realizada en diciembre pasado, cuando pidió que «se rescindiera el contrato (con la farmacéutica) porque a todas luces era anómalo».
Traicionado por subalternos
El mandatario intentó desvincularse del caso al declarar en rueda de prensa que el IGSS es una entidad autónoma y que fue traicionado por las personas que nombró a cargo de ese organismo.
Además, reiteró que continuará en la presidencia hasta el 14 de enero de 2016, cuando entregue el poder a las autoridades electas en setiembre u octubre, cuando se realice la segunda vuelta de los comicios.
«No es posible que el sistema siga permitiendo que este tipo de abusos y delitos se sigan cometiendo, y por supuesto que acepto parte de la responsabilidad porque yo deposité confianza en estas personas, pero eso no quiere decir que me haga responsable de los hechos. Ellos han defraudado la confianza que deposité en el momento», alegó el presidente.
«Soy el primero en lamentar que esta situación se esté dando, que se haya faltado a la confianza y si hay señalamientos de algún delito, soy el primero en pedir que respondan a la justicia y si son responsables que sean condenados», insistió Pérez.
El presidente anunció también que separó del cargo a la titular de la Comisión presidencial para la transparencia, Verónica Taracena, nombrada por la exvicepresidenta Baldetti.